+ "Adiós, Manoli".
- "Venga, hasta otro ratito".
(parón de unos segundos)
- "Se va la chica, que me ha hecho la compra".
Manoli ha cumplido este verano 89 años, lleva desde 1957 viviendo en Madrid y nos atiende al otro lado del teléfono desde su piso de Tetuán. Lo que se plantea como una conversación de cuatro preguntas por parte del redactor de estas líneas, acaba siendo un poco más larga. No importa, atiende paciente y con una media sonrisa, acordándose de las personas de las que por ley de vida ya no puede disfrutar y cuelga el móvil con la convicción de que tiene que aprovechar un poquito más a las que todavía están.
De Elda (Alicante) de nacimiento, cuenta a ElPlural.com que en su pueblo natal conserva una parte de su familia y que, en Madrid, afortunadamente, no le falta de nada porque su nuera y sus tres nietos "se encargan de todo": "Me hacen la compra, no me tengo que preocupar por ir a sacar dinero al banco, ni por hacer papeles de ningún tipo".
A sus cerca 90 primaveras, explica que viene de algo "muy terrible", el fallecimiento de su único hijo cuando éste tenía 47 años. "Era anestesista y le dio una parada cardiorrespiratoria. Estuvo un año en coma, y después falleció. Eso... hay que pasarlo. A mí la gente me ve muy alegre, pero tengo mis momentos", desarrolla con la valentía que caracteriza a una generación que, sin haber recibido apenas educación, supo dársela a los suyos junto a un puñado de valores. "Estoy fatal de las piernas, llevo muchas operaciones de cadera. Me he caído bastantes veces, la última vez estuve 40 días en el hospital", apunta. "Pero bueno, la estabilidad frágil es un poco lo que hay que tener a estas edades, la cabeza la tengo muy bien".
En la capital mantiene también amigos, pero se "van yendo". Es consciente de que es algo que forma parte del ciclo vital y que nada se puede hacer, también de que los suyos tienen derecho a centrarse en su vida, aunque hagan todo lo posible porque esté atendida. En lugar de resignarse ante lo inevitable o exigir que quienes estén cerca dejen su vida de lado, Manoli está inscrita en la ONG Grandes Amigos, desde hace 20 años centrada en combatir la soledad no deseada en personas mayores que se ha aliado con Nextdoor, plataforma que trata de unir a gente a través de redes vecinales, y su Verano en el Barrio; un proyecto a través del cual se pone en contacto a personas cercanas y con intereses similares para combatir la soledad no deseada y prestarse ayuda de cualquier otro tipo.
Ambas partes han unido fuerzas para dotar de un éxito mayor a sus vacaciones de mayores, una idea que desde hace unos años busca combatir la soledad no deseada en la tercera edad con excursiones de un día o un par de días y cuyo objetivo final es que quienes se junten en los viajes mantengan la relación para poder salir a merendar, llamarse para charlar un rato, tomar algo o dar un paseo. "El año pasado fuimos a El Escorial, hicimos una merienda-cena unos días entes de Nochebuena...Este año hemos estado en Navacerrada... Es algo que hay que probar; y yo encantada de hablar con los medios porque lo que hace esta gente es digno de admiración", subraya Manoli. "Se lo recomiendo a todo el mundo, y es que salir, aunque sea un par de días, te sube la adrenalina".
No es país para para viejos, pero sí envejecido
Actualmente uno de cada cinco españoles tiene 65 años o más. Si se cumplen las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el 2050 una de cada tres personas en nuestro país va a ser mayor, y en 2037, también según el INE, un tercio de los hogares serán unipersonales.
José Ángel Palacios, coordinador de comunicación de Grandes Amigos, evidencia que la sociedad actual es cada vez más individualista y que ni el país ni, en realidad, el mundo, están preparados para un futuro casi seguro. "Tenemos que hacernos preguntas como si las viviendas son lo suficientemente accesibles. Quiero decir, ¿es suficiente con que un edificio tenga rampa si luego hay tres escalones? ¿Se les pregunta siempre a los mayores si prefieren pasar su vejez rodeados de sus vecinos, siempre que puedan, evidentemente; en lugar de en una residencia?", cuestiona.
"Sin hablar de las discriminaciones más indirectas que sufren estas personas, a quienes muchas veces se les considera un estorbo cuando son justo lo contrario. En definitiva, rechazamos la vejez", refleja entristecido. "Pero de aquí a unos años a lo mejor nuestro familiar más cercano es un sobrino o nieto que vive a 500 kilómetros o en ciudades donde las distancias cada vez son más largas y las redes de confianza menguan más", añade: "Oye, que todos llevamos una persona mayor a nuestra espalda".
Un problema más visible en verano
La soledad no deseada en mayores encuentra una de sus máximas expresiones en verano al tratarse de la época en la que la gente está de vacaciones y afloran más las limitaciones de estas personas por movilidad, temperaturas, etc. De ahí la necesidad del proyecto. Palacios cuenta que se encuentra con gente en los viajes que lleva cinco o diez años sin ir de vacaciones. "El otro día una persona me decía 'Me llevo una gran experiencia, pero también muchos teléfonos", menciona entre risas y agradeciendo la labor de Nextdoor. "Intentamos también promover esa mirada sensible hacia las personas mayores a través de las redes vecinales, que es lo que trabajan con muchas ganas nuestros compañeros".
En lo que respecta a los detalles de las vacaciones para mayores, la voz de Grandes Amigos celebra que han dado un salto cualitativo del año pasado a éste, cuya meta es que se beneficien 130 mayores, con sus respectivos 130 voluntarios. Ellos costean todo -hotel, comida, excursiones, talleres, etc.- y piden ayuda a los propios vecinos para que la iniciativa siga siendo un éxito. "Lo ideal es que todo el mundo hiciera un voluntariado en su vida, pero no siempre se puede, ni cualquiera tiene la capacidad o las ganas de realizarlo, por eso también nos apoyamos de las personas que quieren aportar su granito de arena para ayudar a costearlo. Por poco que les parezca, todo es de gran ayuda", explica.
Entre otros de los 'pormenores' se encuentra que las excursiones se organizan por varios puntos de España, no solo Madrid, sino también Vigo, Gipuzkoa, Cantabria; y que para que nadie se quede sin disfrutar de la experiencia los viajes son cortos -es decir, se ajuste a las necesidades de salud de los principales beneficiarios-, los grupos de personas de unas 15-20 y el vínculo entre mayor y voluntario en una ratio de poca distancia, para facilitar que la relación perdure en el tiempo.
"Sería saludable desde joven practicar esta necesaria socialización, no dejarla toda a la gente que podamos conocer a través de redes sociales. Todo el mundo ha interiorizado que es fundamental una buena alimentación y hacer deporte, sería bueno incorporar un tercer consejo: mantente socialmente activo", apostilla.
"Aprendes cosas de ellos y a valorar lo que tienes"
Irene tiene 50 años y lleva un par participando como voluntaria en estas salidas. En la presente ocasión ha acompañado precisamente a Manoli, a quien conoció hace unos fines de semana rumbo a a Navacerrada: "Fue fenomenal pasar tiempo con ella", asegura. "El año pasado me asignaron a otra persona a la que sigo llamando para ver qué tal está, hacer cosas juntos (...) Al final generáis lazos afectivos, porque a mí me interesa cómo están y a ellas les encanta ver que les reservas un momento de tu vida".
Califica como "muy grato" y "reconfortante" realizar actividades con gente mayor y explica que como voluntaria ha hecho amistad no solo con ellas, sino también con otros voluntarios. Pero, por encima de todo, deja un mensaje claro para con una generación y una realidad que a veces los jóvenes "no queremos ver": "Yo he aprendido y aprendo un montón de ella porque te enseñan lo que es la vida, pero especialmente me han ayudado a darme cuenta de lo afortunada que soy, a valorar lo que tengo".
Del barrio a La Palma o Ucrania
Netxdoor está activa desde 2018 y actúa con una convicción barrionalista. Es decir, haciendo del barrio y los vecinos un eje vertebrador no solo para la socialización, sino para cualquier necesidad o imprevisto que a uno le surja.
Así las cosas, si nos centramos en la soledad no deseada, la City Manager de la plataforma, Katherine Villegas, explica a ElPlural.com que disfrutan de muchas otras iniciativas para tejer redes vecinales. En el caso concreto mencionado, también llevan a cabo la campaña Cuenta conmigo, enfocada en el invierno, otra época difícil para muchas personas.
La gente es muy solidaria
De igual manera, dentro de la temporada estival y el propio proyecto Verano en el barrio, existen diferentes propuestas. "Invitamos a la gente a salir, a tomar algo fresquito, a sitios que tengan aire acondicionado, al museo, al cine… También a que ayuden de otras maneras. Es decir, si por ejemplo tienen ventilador o casa con aire acondicionado o piscina, ofrecérselo a otros vecinos, tanto mayores como jóvenes a los que, por cierto, la soledad no deseada también les afecta. De hecho, según un estudio que hicimos con el Observatorio de la Soledad No Deseada de la ONCE, son los que más la acusan", acentúa.
Agradecida a Grandes Amigos por dar "siempre voz a sus campañas" y haber unido fuerzas para el asunto de las mini vacaciones para mayores, Nextdoor ha colaborado también con el banco de alimentos o la Comisión Española de ayuda al Refugiado, entre otros: "La gente siempre responde muy bien. Se me viene a la cabeza el caso de Juan Miguel, que siempre que alguien necesita algo de 'manitas' se presta sin esperar nada a cambio. Cuando ocurrió lo del volcán de La Palma, una vecina de Zaragoza lanzó una campaña, se puso en contacto con nosotros y se convirtió en una campaña nacional por la que llegó ayuda de toda España; con Ucrania también lo notamos… La gente es muy solidaria".
¡Quiero participar!
La aplicación es "muy intuitiva" y "cualquier persona que tenga móvil u ordenador puede utilizarla. En cuanto a la gente mayor, solventa Villegas, puede acceder a través de los mismos vecinos. Además, recuerda, colaboran con asociaciones que, como Grandes Amigos, tienen "contacto directo" con personas mayores.
