La sequedad nasal es un problema común que en verano se ve incrementado debido al uso de los aires acondicionados. La pandemia, además, no ha hecho sino aumentar esta condición, debido al empleo de las mascarillas.

Si la mucosa nasal esté seca puede provocarnos picor, moco seco, descamación e, incluso, pequeñas heridas y costras.

Sin embargo, no es difícil prevenirlo si sabemos cómo hacerlo. Es tan simple como recurrir a un poco de “vaselina tópica neutra sin perfumes”, explica el doctor José Miguel Villacampa, jefe asociado del servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Eso sí, advierte: “No vale la de toda la vida con perfume, la que huele bien”.

Para aplicarla de forma correcta, basta con introducir una pequeña cantidad, del tamaño de una lenteja, en el interior lateral de cada una de las fosas nasales. “Es importante hacerlo hacia la parte exterior, ya que si entramos demasiado en la fosa nasal podemos lesionar la mucosa”, recalca.

A continuación se debe hacer un suave masaje desde el exterior de la nariz y retirar el exceso con un pañuelo de papel. “Con esto sentiremos un alivio importante”, subraya el Dr. Villacampa.

El uso de la vaselina es inocuo y puede emplearse varias veces al día. Sin embargo, está contraindicado para pacientes que sigan un tratamiento con oxigenoterapia, sea a nivel hospitalario o en domiciliario.

“En estos casos la vaselina esta contraindicada porque se podría quemar la mucosa nasal”, alerta este otorrinolaringólogo, que indica que en este tipo de personas ha de emplearse “un humectante nasal hidrosoluble, no liposoluble”.

Lavados nasales

En caso de que necesitemos hacer algún lavado nasal, que también puede contribuir a mejorar la sequedad, lo adecuado es llevarlo a cabo con agua de mar isotónica. Hay que prescidir de las formulaciones hipertónicas, dado que “secan aún más la nariz”, puntualiza el Dr. Villacampa.

Cómo actuar ante el sangrado

Del mismo modo, si se produce sangrado, algo frecuente cuando hay sequedad nasal, ha de taponarse la fosa con un algodón humedecido en agua oxigenada, o seco, en caso de no ser posible. A continuación, debemos apretar ambos lados de la nariz, justo por debajo de los huesos nasales, e inclinar levemente la cabeza hacia abajo.

“Es común que la gente lo haga al revés, hacia arriba, pero no es lo correcto ya que se corre el peligro de atragantarse con la sangre”, afirma este médico. Mantendremos esa presión durante 10 minutos y a continuación, si no ha cesado el sangrado, cambiaremos los algodones. Por el contrario, si ya no hay hemorragia, se puede retomar la actividad normal.

Para prevenir que se produzcan este tipo de sangrados, no obstante, sobre todo en niños, es muy útil el empleo de la vaselina anteriormente citada, mañana y noche, sobre todo en las regiones con clima seco, regiones con más polución y en épocas calurosas del año.