La nueva normalidad llegaba a España con la amenaza de nuevos rebrotes de coronavirus y así está sucediendo. La curva de contagios ha vuelto a tender al alza en las últimas semanas y los centros de salud son ahora el nuevo escenario de este segundo acto contra la Covid-19 que cuenta, incluso, con actores más jóvenes que, a su vez, experimentan síntomas de menor gravedad.

El foco durante los meses crudos de la pandemia ha estado en los hospitales, pero son los centros de salud ahora los que se mantienen en vilo y con sus plantillas de vacaciones. Una decisión tomada con el fin de evitar un otoño más convulso. Sin embargo, los rebrotes se han adelantado y la situación en la atención primaria española ya provoca retrasos de hasta una semana para ser atendido.

El País ha comprobado cómo se está viviendo en los centros de salud de España esta situación de aparente calma mientras la tensión se asoma por el horizonte. Vicente Matas es vocal de Primaria de la Organización Médica Colegial. En declaraciones al citado diario, ha asegurado que es la atención primaria la que tiene que hacer la labor de “rastreador” siempre y cuando no haya suficientes.

“Además tiene que atender toda la patología no covid, por lo que se puede ver sobrepasada”, reconoce Matas. Por su parte, para Salvador Tranche, presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), “la respuesta al coronavirus es una atención primaria bien dotada y coordinada con Salud Pública”.

Considera que, si los centros médicos tienen carencias en cualquier punto, “no se podrá controlar ni gestionar la pandemia y colapsará todo el sistema sanitario”. “La situación actual y lo que se intuye de insuficiencia de recursos complica y dificultará la gestión de la pandemia”, zanja Tranche.

Varios médicos han resaltado a El País su estado de “agotamiento” y su temor a que la Atención Primaria española, primera línea de contención contra el Covid en esta nueva normalidad, quede desbordada y no pueda atender todas las demandas.

Tranche ha censurado que las administraciones no estudiaran una alternativa para evitar este posible colapso. “La situación es de sobrecarga en toda España y muy preocupante en Cataluña y Aragón, donde los médicos están como en marzo, viendo a pacientes con los EPI puestos”, señala.

Esta sobrecarga ya se ha puesto en evidencia según relata El País, donde aseguran que han comprobado hasta retrasos de una semana para ser atendidos en consulta tras pasar por el filtro de la llamada en Madrid y Valencia. Varios pasos previos al colapso, pero que son indicadores de lo que podría estar por venir si no se le pone remedio.