Tanto el Ministerio de Sanidad como multitud de personalidades de profesionales de Atención Primaria han reprochado al unísono la “lamentable” pregunta que se ha realizado este año en la prueba MIR, en la cual se insinúa que el retraso en la asistencia al paciente es culpa de los médicos de Familia, una cuestión que supone una “falta de respeto” directa hacia estos profesionales.

Debido al revuelo que ha causado esta cuestión -la pregunta 84 (modelo 0)- en la prueba que han realizado los aspirantes este sábado, la cartera ministerial, dirigida por Mónica García, ha manifestado a través de redes sociales su “desacuerdo” con la misma y, al tiempo, ha instado a retirarla. “El Ministerio de Sanidad considera que debería tomarse en consideración la impugnación de dicha pregunta”, subrayan; motivo por el cual, han anunciado que enviarán una carta a la Comisión Calificadora señalando su postura con todo detalle.

En primer lugar, argumentan que la pregunta puede ser vista como "una falta de respeto ante una situación cotidiana que refleja los déficits del sistema sanitario: la necesidad de que muchos profesionales alarguen la jornada para dar respuesta a las necesidades de sus pacientes".

Además, añaden que, en un contexto de especial foco en las acciones por la mejora de la salud mental de población y profesionales, la pregunta puede resultar "estigmatizante".

Finalmente, apostillan que las personas que se encuentran en una situación de precariedad y sobrecarga laboral tienden a "culpabilizarse" y a expresar las carencias de la organización como un problema propio. "Esto dificulta su detección y les pone en riesgo no solamente de cargar con la culpa de 'no llegar', sino también de terminar siendo patologizados y señalados desde fuera, sumando al sufrimiento propio el estigma", han esgrimido.

La pregunta 84 del examen MIR

La cuestión en concreto que ha suscitado revuelo en la comunidad sanitaria es la número 84 del examen MIR, a la que se tuvieron que enfrentar este sábado 13.990 aspirantes para 8.772 plazas ofertadas.

En ella, se exponía el hipotético caso de un médico de Familia de 50 años que “con frecuencia acumula retraso de dos horas en la consulta, creando algún conflicto, aunque es el que menor cupo tiene de pacientes y empieza su jornada laboral antes de la hora de planificar y adelantar su trabajo, pero siempre es el último en salir”. Al tiempo, también se le atribuyen ciertas actitudes respecto a su vida personal y laboral, como que "no tiene tiempo para ir al gimnasio" y es "muy perfeccionista".

"A la exploración se aprecia una preocupación por los detalles, el orden y las normas, una incapacidad para discernir lo que es urgente y prioritario de lo que no lo es, una conducta inflexible y una incapacidad para delegar. ¿Cuál de las siguientes sería la orientación diagnóstica?", finaliza la pregunta, dando como opciones a elegir diversos trastornos, como el esquizoide o el narcisista.

El comité está formado por entre cinco y seis personas, un grupo de expertos que, durante seis meses -comenzando sobre los meses de abril y mayo-, se dedican a recopilar respuestas de colaboradores que califican el grado de dificultad de las preguntas planteadas y que, al tiempo, realizan una criba para seleccionar las que finalmente aparecen en la prueba. Debido a que cuando todas las cuestiones terminan por seleccionarse se derivan a la empresa adjudicataria de impresión, la Comisión Calificadora llega a conocerlas en el mismo instante en que la prueba se le entrega a los aspirantes.

Diferentes organizaciones que aglutinan a especialistas de Atención Primaria, como la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) -desde la que han tachado la pregunta de ser “desafortunada”- o la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).