El rey emérito, Juan Carlos I, en su libro de memorias se ha quejado sobre no recibir pensión alguna pese a sus años de servicio como monarca de España, entre otros temas. El pasado miércoles, semanarios franceses como Le Point y Le Figaro han ido revelando algunas citas que contiene el libro del emérito que está envuelto en polémica.
Las memorias del Borbón serán liberadas el 5 de noviembre en Francia, pero no será hasta la primera semana de diciembre cuando verán la luz en España. Aún así, el emérito tiene previsto volver a pisar suelo español antes que sus memorias. Será el 8 y 9 de noviembre cuando vaya a Sanxenxo para disfrutar de las regatas.
Una vez Reconciliación, el libro de memorias de Juan Carlos I, ha desatado una nube de polémicas, cada frase que filtran los medios franceses que ha expresado el emérito hace que dicha nube acabe desatando una tormenta. Soy "el único español que no cobra una pensión tras casi 40 años de servicios", se quejó Juan Carlos I refiriéndose a su tiempo como monarca entre 1975 y 2014.
Las relaciones del emérito y Franco
"Relaciones personales y frecuentes", expresaba Juan Carlos respecto a su relación con el dictador Francisco Franco. El emérito no trató de ocultarle al periodista francés su admiración por Franco admitiendo que "le respetaba enormemente, apreciaba su inteligencia y su sentido político": "Nunca dejé que nadie le criticara delante de mí".
"Nada pudo destruirle, ni siquiera desestabilizarle, lo que, en un periodo tan largo, supone un gran desafío", añadió el Borbón sobre la dictadura previa su reinado de casi 40 años por el que confesó no recibir ningún tipo de pensión.
El regalo que no pudo rechazar
Entre las lamentaciones que le contó Juan Carlos I a Le Monde que abordarán sus memorias se encuentra el 'error' que cometió por aceptar el regalo del rey saudí en 2008. "Un donativo generoso de parte de un hermano", admitió el emérito que fue lo que consideró respecto a los 100 millones de dólares que recibió. Según Juan Carlos, el bondadoso acto de parte de un rey a otro que veía como “un regalo que no supe rechazar” también lo percibió como un regalo que no necesitaba declarar y se llevó a Suiza. Actualmente, el emérito se refiere a ese acto de generosidad como un grave error, el cual aseguró que pretendía destinar a sus necesidades de jubilado.
Asimismo, Juan Carlos reconoce haberse rodeado de "un cierto entorno malintencionado", haber tenido "la debilidad de confiar en ciertos empresarios poco escrupulosos" y haber cedido a presiones" hasta el punto de verse "en medio de un lío financiero" que le superaba: "Actuaron en mi nombre, pero sobre todo para su beneficio personal".
También aprovechó para mencionar un viaje que realizó en 2012 a Botsuana y lamentarse por haber hecho ese “recorrido lejano y costoso que pudo parecer sorprendente ante la situación del país".
El resto de las relaciones de Juan Carlos I
Al hablar de las distintas relaciones personales del emérito, este no pudo evitar mostrar ternura por su esposa, la reina Sofía. Sin embargo, lamentó la falta de visitas por su parte a Abu Dabi.
Un "desacuerdo personal", así describió el Borbón su relación con la reina Letizia, a la que culpabiliza de no ayudar en “la cohesión de las relaciones familiares".
Respecto a su hijo el rey Felipe VI, le confesó haberle "dado la espalda por deber". El emérito recordó su reencuentro en navidad de 2020 y mantiene que entiende que “como rey tenga una posición pública firme, pero yo sufría de que se mostrara tan insensible". "Encerrados en el silencio de la incomprensión y el dolor", admitió que sintió dicha reunión.
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