El presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela ha utilizado su discurso inaugural de la asamblea plenaria de los obispos españoles para volver a entrometerse en política. Ahora gobierna el PP, pero tras su discurso da la impresión que Rouco sigue alineado con el ala más ultra de la derecha española y no ve suficiente contundencia en la acción de Mariano Rajoy.

Preocupado por la unidad de España ¿y la pobreza?
De la intervención de Rouco Varela se desprende que le preocupan mucho más cuestiones políticas como el independentismo catalán, el matrimonio homosexual o la Ley del aborto que el impacto de la crisis económica, el drama del paro y el aumento galopante de la pobreza en España. Para empezar se mostró  preocupado porque la unidad de la nación española "pudiera llegar a romperse" y reclamó a los políticos que respeten las normas básicas de convivencia que están en la Constitución.

Víctimas del terrorismo
El presidente de la Conferencia Episcopal ha hurgado en una de las heridas más abiertas del Partido Popular, la liberación de etarras tras la derogación de la 'doctrina Parot'. En su discurso manifestó su intranquilidad porque las heridas que ha causado el terrorismo a las víctimas y a la sociedad "no se curen en su raíz por el camino del perdón y de la misericordia buscada, aceptada y concedida de corazón".

Aviso al PSOE
La Conferencia Política celebrada por el PSOE aprobó denunciar el concordato que regula las relaciones entre el Estado español y el Vaticano, financiación incluida,  algo que obviamente no ha gustado en absoluto al cardenal-arzobispo de Madrid y por eso afirmó en su intervención que dichas relaciones están "suficientemente bien reguladas" en dichos acuerdos firmados en 1979, porque "reflejan fielmente" los principios del Concilio Vaticano II y los de la Constitución española. En definitiva, el sector ultraconservador de la Iglesia católica española no quiere saber nada de revisar el Concordato.

La obsesión de Rouco: el matrimonio homosexual
Si hay algo que obsesiona a la actual dirección de los obispos españoles -que sigue la línea más ultraconservadora dentro de la Iglesia Católica- es la Ley de matrimonio homosexual aprobada por Zapatero y que desencadenó que la derecha española iniciara una movilización sin precedentes contra un político español. La Conferencia Episcopal española mantiene activos programas para deslegitimar a Zapatero por todo el mundo, especialmente en Latinoamérica, con elevado presupuesto económico por cierto. A pesar de la terrible crisis que asola a España, Rouco Varela dejó claro que su obsesión es el matrimonio gay y el "modelo de familia". Según el cardenal los obispos españoles están preocupados por "el presente y futuro del matrimonio y la familia" por la existencia de "leyes injustas" y por ello afirmó que pedirán "con todo respeto e incansable insistencia" a los actuales gobernantes "un giro positivo de la Legislación y de la política sobre el matrimonio y la familia". Por supuesto es "incansable insistencia" la utilizarán también para que se enmiende "la problemática de la bioética y el derecho a la vida", lo que en cristiano significa la derogación de la Ley del aborto.

Esperando el relevo
Rocuo Varela debería haber dejado ya el arzobispado de Madrid y por tanto la presidencia de la Conferencia Episcopal al haber cumplido 75 años, pero se resiste. Consiguió una prórroga del anterior Papa y ahora el Papa Francisco prepara su relevo, pero todo indica que no está siendo muy pacífico o -dicho de otra forma- que hay una auténtica lucha de poder en la Iglesia española por nombrar al sucesor de Rouco. Inicialmente se preveía su sustitución para el pasado verano, ahora se habla de Navidades, otros hablan de Semana Santa pero, de momento, lo único que tiene fecha es el relevo del portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, que se producirá el próximo miércoles.