La Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española espera poder retomar la celebración de misas a partir del 11 de mayo, tal y como se desprende del comunicado hecho público este jueces. Eso sí, la liturgia seguirá unas pautas y recomendaciones que la Conferencia Episcopal ya ha puesto sobre la mesa.

La primera de ellas es la recomendación de que mayores y personas de riesgo no acudan presencialmente y sigan las misas telepáticamente a través de los medios de comunicación.

Se establecería un aforo de un tercio de la capacidad máxima durante la primera fase. En la segunda fase el aforo permitido sería la mitad y siempre guardando la distancia de seguridad.

La Iglesia propone también celebrar un mayor número de misas para distribuir a los fieles en los diferentes horarios a fin y efecto de descongestionar los templos.

Las pilas de agua bendita continuarán vacías y las puertas permanecerán abiertas en todo momento para evitar que los feligreses y feligresas toquen los pomos para abrirlas.

A la entrada se facilitaría gel hidroalcohólico o algún desinfectante similar; y se recomienda el uso de mascarilla.

El cestillo de la colecta no se pasará durante el ofertorio", sino que “el servicio de orden lo ofrecerá a la salida de la misa, siguiendo los criterios de seguridad señalados”, detallan desde la Conferencia Episcopal.

“El saludo de la paz, que es facultativo, se podrá sustituir por un gesto evitando el contacto directo”, añaden, y “el diálogo individual de la comunión (“El Cuerpo de Cristo”. “Amén”), se pronunciará de forma colectiva después de la respuesta ‘Señor no soy digno…’”.