El miércoles 31 de enero será un día de luto oficial en España y Portugal por el fallecimiento de Jacques Delors, el que fuera presidente de la Comisión Europea entre 1985 y 1994 y uno de los grandes arquitectos de la unión de los países europeos.

Delors murió el pasado 27 de diciembre, pero su funeral se celebrará ese día en Bruselas, con la presencia del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y del primer ministro portugués, António Costa, entre otras autoridades.

Los dos países ibéricos han querido rendir tributo a la figura de Delors, al que consideran clave para su adhesión a la Unión Europea en 1986, un hecho que supuso una profunda transformación para generaciones enteras de españoles y portugueses.

En un comunicado conjunto, los gobiernos de España y Portugal han expresado su gratitud y reconocimiento a Delors por su visión y liderazgo en el proceso de integración europea, que ha traído paz, prosperidad y solidaridad al continente.

Jacques Delors, expresidente de la Comisión Europea y uno de los arquitectos del euro

Jacques Delors fue un político y economista francés que presidió la Comisión Europea entre 1985 y 1995. Durante su mandato, impulsó la integración europea y el Tratado de Maastricht, que creó la Unión Europea tal y como la conocemos hoy. También fue ministro de Economía y Finanzas de Francia y diputado en el Parlamento Europeo.

Delors nació en París el 20 de julio de 1925, en el seno de una familia modesta. Estudió Derecho y Ciencias Económicas y trabajó como funcionario y sindicalista. Se afilió al Partido Socialista Francés en 1974 y fue nombrado ministro de Economía y Finanzas en 1981, bajo la presidencia de François Mitterrand. En ese cargo, aplicó medidas de nacionalización, aumento del gasto público y reducción de la jornada laboral.

En 1985, Delors aceptó el reto de presidir la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la entonces Comunidad Económica Europea. Su objetivo era relanzar el proyecto europeo, que se encontraba estancado tras el fracaso de la Constitución Europea de 1984. Con una visión pragmática y ambiciosa, Delors propuso una serie de reformas que transformaron el panorama político, económico y social de Europa.

Entre sus logros más destacados, se encuentran la creación del mercado único, que eliminó las barreras comerciales entre los países miembros; la aprobación del Acta Única Europea, que amplió las competencias de la Comisión y el Parlamento; el lanzamiento del programa Erasmus, que fomentó la movilidad y el intercambio de estudiantes; y la firma del Tratado de Maastricht, que estableció la Unión Europea, la moneda única y la ciudadanía europea.

Delors fue también un firme defensor de la ampliación de la Unión Europea a los países del sur y del este de Europa, así como de la cooperación con otras regiones del mundo. Su papel fue esencial para la adhesión de España y Portugal en 1986, que supuso una oportunidad histórica para ambos países de consolidar su democracia y su desarrollo. Asimismo, apoyó el proceso de reunificación de Alemania tras la caída del muro de Berlín en 1989.

Tras dejar la presidencia de la Comisión en 1995, Delors se retiró de la política activa, pero siguió participando en diversos foros y organizaciones dedicados a la promoción de los valores europeos, la educación, la cultura y el diálogo social. Recibió numerosos reconocimientos y distinciones por su trayectoria, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1989 y el Premio Carlomagno en 1992.