Naim Darrechi, el ‘tiktoker’ mallorquín que acumula más de 26 millones de seguidores en la red social, alardeó en una entrevista con Mostopapi de haber tenido sexo sin condón y sin el previo consentimiento de sus parejas en repetidas ocasiones: "No puedo, me cuesta mucho con condón. Entonces nunca lo utilizo, hasta que un día dije: 'Tío, es raro que no haya dejado embarazada a ninguna así, tantos años, así que voy a empezar a acabar dentro siempre, sin ningún tipo de problema” defendía. Al ser preguntado por lo que les decía a las mujeres con las que mantenía relaciones sexuales sobre no utilizar preservativo, respondía: "Tú tranquila que yo me he operado para no tener hijos”.
Estas gravísimas declaraciones se tradujeron en el pronunciamiento de Irene Montero, ministra de Igualdad, que puso el caso este lunes “en conocimiento de la Fiscalía”. Además, gracias a una de las últimas leyes aprobadas por el Gobierno de España, la Ley del solo sí es sí, estos actos ya no serían considerados como abuso sexual, sino como agresión, al no tener el consentimiento explícito de la mujer.
Actualmente, si hay violencia o intimidación hacia una persona en términos sexuales se considera una agresión. Si no hay violencia o intimidación, sería un abuso y cualquier acto que no cuente con el consentimiento de la otra parte sería constitutivo de delito. Por tanto, la agresión sexual se ejerce contra el sujeto pasivo y tal violencia, según recoge el artículo 178 del Código Penal, está penada con prisión de uno a cinco años. Si la agresión incluye el componente carnal, la pena de cárcel podría ascender a 12 años, ya que supone la "introducción de miembros corporales" en la otra persona sin su consentimiento.
¿Qué es el “stealthing”?
En las últimas horas se ha rescatado el término “stealthing” para ilustrar el caso de Naim Darrechi. Este concepto se conoce como la retirada del preservativo sin previo consentimiento durante las relaciones sexuales. Irene Montero ha mostrado su preocupación ante la Fiscalía por la difusión de esta práctica entre las juventudes, algo que “en España ya ha sido objeto de algunas sentencias condenatorias de Audiencias Provinciales", escribe en la Carta enviada a la Fiscal de Sala Delegada de Violencia sobre la Mujer, Teresa Peramato.
Las sentencias condenatorias a las que la ministra de Igualdad hace referencia son dos que se produjeron en Sevilla y otra en Salamanca, aunque también existen dos absolutorias en Madrid (se consideró que no se produjo ningún delito) y en Barcelona (descartada por falta de pruebas). En este sentido, destaca la que se produjo en febrero de este año en la provincia andaluza.
Un joven fue condenado a cuatro años de cárcel por mantener relaciones sexuales sin preservativo y sin el consentimiento de la mujer, un hecho que se calificó como abuso sexual. Además, la condena le sumó seis meses más por haberle transmitido a la afectada una enfermedad de corte sexual. Finalmente, tuvo que indemnizar a la mujer con 13.000 euros.
En aquel momento, la fiscal Escarlata Gutiérrez publicó un extenso hilo explicativo de Twitter para mostrar con detalle cómo se produjo este episodio de abuso sexual y la consiguiente condena a la que tuvo que hacer frente el abusador. “La perjudicada solo aceptó mantener las relaciones sexuales con el uso de preservativo”, comenzaba relatando.
“En un determinado momento la perjudicada sospechó que el acusado pudiera no tener puesto el preservativo, por lo que empezó a decirle que parara y q se quitara de encima. Cuando el acusado se dio cuenta de la intención de la perjudicada se retiró, se vistió y se marchó del lugar”, proseguía el ‘tuit’. La Audiencia Provincial determinó que este caso fue un claro delito de abuso sexual.
Según ha apuntado la fiscal en recientes declaraciones a RTVE, debido a que las relaciones sexuales que ha mantenido Naim Darrechi eran consensuadas a pesar de una mentira (“les digo que soy estéril”), su caso no sería considerado como abuso sexual: "Eso no es constitutivo de delito", asegura al medio citado.
