Además de hacernos compañía, darnos cariño y obligarnos a salir a la calle, los perros pueden ayudarnos a sobrellevar el dolor crónico. Así lo prueba una revisión sistemática realizada por la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que evidencia que estos animales, al igual que los gatos, pueden ser una importante herramienta a la hora de superar momentos de dificultad.

Según este estudio, la presencia de estos animales ayuda a enfrentarse al dolor a la vez que beneficia el bienestar psicológico de los enfermos. "En situaciones de enfermedad crónica, los animales de compañía mejoran las habilidades de afrontamiento frente al dolor y pueden aumentar la autoeficacia, es decir, la percepción del paciente de que puede manejar su dolor y sus consecuencias de forma eficiente, aunque no pueda eliminarlo", precisa el Dr. Jaume Fatjó, director de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la UAB.

En esto contexto, explica, existen más investigaciones al respecto. El estudio 'The role of pets in supporting cognitive-behavioral chronic pain self-management: Perspectives of older adults' de la Universidad Humboldt de Berlín, destaca que cuidar de un animal genera sentimientos de utilidad y facilita la expresión de conductas que son emocionalmente positivas. Asimismo, confirma que la convivencia con un animal de compañía promueve un estilo de vida más activo, un factor muy importante en el manejo del dolor crónico, y facilita la interacción del paciente con su entorno.

A esto hay que sumar que el intenso vínculo afectivo que se establece con el animal refuerza la sensación de apoyo incondicional, de manera que contribuye a afrontar el malestar físico y emocional de forma más eficaz. “El dolor no es solo un problema físico, sino una experiencia compleja en la que influyen de forma importante nuestras emociones y pensamientos.", recuerda el Dr. Fatjó, que subraya que, "por ello la convivencia con un animal puede ayudar a las personas a sobrellevarlo mejor". "La interacción con él favorece la relajación, la distracción, la actividad física y el contacto social, lo que fortalece la capacidad de las personas para convivir con el dolor de una manera más llevadera”, enfatiza. 

Por último, el estudio llama la atención sobre el hecho de que la relajación es un mecanismo muy eficaz para luchar contra el dolor crónico, porque ayuda al paciente a desviar el foco atencional del dolor, y la presencia incondicional de una mascota y su apoyo contribuye a relajarse y distraerse. 

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