El Papa Francisco ha salido en coche esta mañana del hospital de Roma Gemelli tras cuatro días ingresado por una bronquitis. Al bajarse del vehículo ha saludado a un grupo de fieles que estaban esperándolo y ante ellos ha exclamado: "Sigo todavía vivo".

Además, según ha informado el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, ha abrazado a una pareja de padres que perdió a su hija la noche anterior y se ha detenido a rezar con ellos.

"En la mañana de hoy, sábado 1 de abril, el Papa Francisco ha sido dado de alta del Hospital Universitario A. Gemelli. Antes de abandonar el centro, el Santo Padre saludó al rector de la Universidad Católica, Franco Anelli, con sus colaboradores más cercanos, el director general del Policlínico, Marco Elefanti, el Asistente Eclesiástico General de la Universidad Católica, Monseñor Claudio Giuliodori, y el equipo de médicos y sanitarios que le han asistido durante estos días", ha informado el Vaticano.

Durante su estancia en el hospital, al Papa se le ha practicado una “gasometría arterial” para determinar el nivel de oxígeno y dióxido de carbono en sangre y descartar de este modo problemas más serios en el aparato respiratorio. Además, también ha sido sometido a un Tac para controlar los pulmones. El resultado de ambas pruebas ha sido positivo, lo que ha tranquilizado al personal sanitario del centro hospitalario. Del mismo modo, se ha descartado también que el Sumo Pontífice sufriera una infección por coronavirus.

Presidirá las citas litúrgicas de Semana Santa

Fuera ya del centro hospitalario romano en el que fue ingresado el miércoles, se espera ahora que el Papa pueda presidir las citas litúrgicas de Semana Santa. El diario 'Corriere della Sera' recoge declaraciones del cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, en las que asegura que el Sumo Pontífice "podrá presidir todos los ritos de la Semana Santa".  

En la práctica, la expresión "presidir" los ritos indica la presencia del Papa en la misas previstas para Semana Santa. No obstante, serán otros cardenales los que los oficien, tal y como ocurrió en el funeral de Benedicto XVI, cuando el propio cardenal Re dirigió la misa exequial en presencia del Sumo Pontífice, que se limitó a leer la homilía.

En todo caso, será una Semana Santa diferente en el Vaticano. Está previsto que en principio sea el cardenal argentino Leonardo Sandri, vicedecano del Colegio Cardenalicio, quien celebre la misa del domingo de Ramos.

La misa del Jueves Santo, por su parte, será oficiada por el arzobispo vicario de Papa para la ciudad de Roma, el cardenal Angelo De Donatis, junto a todos los sacerdotes de la diócesis de Roma. En la Misa en la Cena del Señor, que tendrá lugar la tarde de ese mismo día, con el lavatorio de los pies, será conducida por el arcipreste de la Basílica de San Pedro, el cardenal franciscano Mauro Gambetti, según informa 'Il Corriere della Sera'.

Por otra parte, de la recuperación total del Papa dependerá que sea él el que lea su mensaje 'Urbi et Orbi' de Pascua de Resurrección, uno más importantes del año para los más creyentes.

La bronquitis que le obligó a estar ingresado

El Papa Francisco ha estado ingresado en la décima planta del hospital Policlínico Gemelli de Roma desde la tarde del pasado miércoles. Allí le han suministrado un tratamiento antibiótico para paliar la infección respiratoria que padecía. En ese mismo centro hospitalario estuvo ingresado con anterioridad, cuando en 2021 fue intervenido de una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante. De hecho, tras su intervención, el Papa declaró lo siguiente a una televisión de Suiza: "Soy viejo. Tengo menos resistencia física, aunque la lesión de la rodilla se está curando bien".

El Pontífice ingresó en el centro hospitalario después de la audiencia general que tenía concretada. Fuentes cercanas a él concretaban que padecía una "opresión" en el pecho y que le costaba respirar. Asimismo, se dio a conocer que el Papa Francisco no quería acudir en un principio. Sin embargo, terminó haciéndolo después de ser convencido por su enfermero.

En la mañana del jueves, informaban ya de que el Papa Francisco había pasado una “buena noche” tras su ingreso con un cuadro diagnóstico de infección respiratoria. En ese momento, el portavoz del responsable eclesiástico aseguraba que estaba muy “conmovido por los numerosos mensajes recibidos y expresa su gratitud por la cercanía y la oración”.