El British Council Refugee (BCR), una organización de ayuda a refugiados políticos del Reino Unido, ha recibido más de 2.300.000 euros -unos dos millones de libras- en concepto de donación de parte de JMR 2004 Trust, un fondo propiedad del historiador y exbanquero Joaquín Romero Maura. Este está vinculado al rey emérito Juan Carlos I y creado en el paraíso fiscal de la isla de Jersey, en el Canal de la Mancha.

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Un fondo relacionado con el emérito

Según publica el diario El País este martes, el British Council Refugee ha recibido 2,3 millones de euros como primer pago del legado de Romero Maura, fallecido en 2022 en una residencia de ancianos de Zaragoza. Así lo ha podido confirmar el citado periódico en conversaciones con un portavoz de la ONG. "Recibimos más de 2 millones de libras, entre el fidecomiso y el legado. No estamos seguros del monto que recibiremos en 2024 ya que no podemos estimarlo hasta que se haya evaluado el patrimonio", aseguran.

El portavoz de esta organización afirma que "actualmente no existe una contribución anual garantizada" aunque esperan "pagos futuros a discreción de los fideicomisarios que supervisan los fondos". Cabe señalar que la cúpula directiva del BCR tardó más de seis meses en decidir si aceptaban una primera donación de 16 millones ya que el origen de esta fortuna está ligada al exjefe del Estado español, aunque todavía no se conocen los términos de esta relación.

De hecho, la Fiscalía Anticorrupción investigó este trust para determinar si el dinero era de Juan Carlos I dado que hasta 2004 y durante casi una década, el entonces rey fue el titular de los fondos. La organización asegura que usará estos fondos para fines benéficos, "incluida la gestión de servicios para refugiados y personas que buscan asilo para que puedan reconstruir sus vidas con seguridad, además de hacer campaña por un sistema de protección de refugiados y mejorarlo en el Reino Unido".

Una extraña relación

Romero Maura, que falleció a los 81 años y profesor de Historia en la universidad de Oxford, no tuvo hijos, por lo que en su testamento dejó los 10 millones del trust y todo su patrimonio. Una fortuna que estaba compuesta por una cuenta en Suiza y dos casas en Londres y en Périgord, Francia, y sus plazas de garaje, valoradas en otros cinco millones de libras -unos 5.844.000 euros-, según reconoce la organización.

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El último banco en el que estuvo depositado el dinero de este enigmático trust es el Investec Bank, en Guernesey, otra isla de poco más de 78 kilómetros cuadrados en el Canal de la Mancha. De hecho, allí se encuentran los administradores que cada año envian un montante a la ONG siguiendo las directrices que dejó estipulado en su testamento el amigo del rey emérito.

Pero anteriormente la fortuna pasó por al menos otros diez bancos, todos radicados en paraísos fiscales, y sus departamentos de cumplimiento hicieron investigaciones internas sin poder determinar el origen del dinero, según ha relatado el diario El País. Casi todas las compañías mostraron reticencias aunque fue una de ellas, Zedra Trustees, la que decidió aumentar sus tarifas por el riesgo reputacional que suponía esta vinculación.

Los fondos que recibe la ONG proceden de la liquidación de otros dos trusts creados en 1995 y 1997 por Manuel Prado y Colón de Carvajal, otro amigo íntimo del rey. En ambos el entonces jefe del Estado era el único beneficiario del dinero, que provenía de una sociedad de las islas Vírgenes Británicas. En esta cuenta y, según los gestores, fueron a parar donaciones de personas no identificadas que apoyaron a Juan Carlos I. La aportación más importante fue en 1999 por parte de Simeón de Bulgaria, que transfirió nueve millones de dólares, unos 8.384.572 euros.

Con todo, los fiscales del Tribunal Supremo archivaron la investigación al no encontrar indicios que vincularan a The JRM 2004 Trust con Juan Carlos I, "ni en su gestión ni en la capacidad para disponer de los fondos". Así, aseguraron que desde su constitución en el año 2004 el rey emérito no fue su beneficiario, ni consta que haya recibido cantidad alguna de sus cuentas.

Como indica El País, hasta el mismo momento de su fallecimiento, en 2022 en una residencia de Zaragoza, Romero Maura guardó uno de los secretos más comprometedores para el exjefe del Estado, como es la creación en 2004 en un despacho de abogados en el número 50 de la calle La Colombière, en Jersey, de un trust con sus iniciales y casi 15 millones de euros cuyo origen aún continúa sin aclararse.

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