Un hombre de 63 años ha muerto en Bremen, Alemania, a consecuencia de una rara infección que le transmitió su perro a través de un lametón.

El can transmitió a su dueño, que no tenía ningún tipo de enfermedad de base, Capnocytophaga canimorsus, una bacteria que se encuentra en la saliva de perros y gatos, pero que, normalmente, se contagia por picaduras o mordiscos. 

Cuando acudió al hospital Rote Kreuz Krankenhaus,.presentaba desce hacía tres días síntomas similares a la gripe, fiebre y cierta dificultad respiratoria. 

Su estado no tardó en emporar. Cuando ingresó en el centro, el hombre tenía ya una sepsis severa. Sufrió una erupción en la cara, fiebre de hasta 41ºC, neumonía y gangrena. 

La enfermedad afectó a riñones, hígado y pulmones, donde se desarrolló una infección por hongos. También se produjeron coágulos en los vasos sanguíneos y ampollas por todo el cuepo. 

Los médicos consiguieron tras una parada cardiaca mantenerlo con vida con soporte vital, pero tras descubrir acumulación de líquidos en el cerebro y, dado el fallo que presentaba en muchos de los órganos, la familia tomó la decisión de desconectarlo. 

Falleció 16 días después de su ingreso. 

Debido a que no presentaba ninguna herida abierta cuando se infectó, los médicos recomiendan a los propietarios de animales de compañía que presenten síntomas parecidos a la gripe que pidan asesoramiento médico cuando estos superen el simple proceso vírico. 

Cuando antes se diagnostique la enfermedad, mayor es la posibilidad de superarla.

Otros casos 

No es la primera vez que el lametón de su mascota, causa importantes problemas de salud a sus dueños por esta bacteria. En agosto de este mismo año Marie Trainer una mujer americana perdió las manos y las piernas después de que su perro lamiese un corte abierto que presentaba. Comenzó con náuseas y fiebre y terminó presentando también sepsis y gangrena. 

Justo un año antes, también en Estados Unidos, a Greg Manteufel le amputaron, las dos piernas por encima de la rodilla y parte de las manos y la nariz por la misma razón, la Capnocytophaga canimorsus.