El que conoce bien Galicia sabe que en un pueblo o aldea que no sea turístico es misión imposible pasar desapercibido si no se es de allí. La respuesta a la pregunta de ‘¿E tí de quen eres?’, en referencia a la familia de la que procedes, es casi ineludible, cuanto más si los rasgos del visitante denotan su procedencia extranjera.

A Galicia han llegado en este mes de agosto inversores chinos que estudian el terreno para posibles negocios y, como era de esperar, han generado una auténtica revolución a su paso.

Se trata de empresarios que ya tienen proyectos en otras comunidades como Andalucía o Cataluña, pero para los que era absolutamente desconocida la tierra de Breogán.
Aldeas Abandonadas Real Estate, una agencia especializada en la venta de pueblos, palacios y espacios e inmuebles singulares, ha sido la encargada de llevarles de ruta por todas las provincias de la región.

Durante dos semanas han visitado fincas, pazos, plantaciones agroalimentarias, hoteles, bodegas, edificaciones rurales con encanto dedicadas al sector de la hostelería y la restauración y todo tipo de inmuebles.

“Han visto desde aldeas enteras de siete u ocho edificaciones hasta pazos catalogados BIC (Bien de Interés Cultural) y explotaciones de arándanos”, cuenta a ELPLURAL.COM Elvira Fafián, la gerente de esta empresa.

“Les ha fascinado la belleza y el entorno natural; el verdor de esta tierra y la niebla matutina que cubre los bosques”, detalla.

Sus clientes buscan algo fuera del hotel playa. “No grandes cosas, sino peculiares”, explica.

Su intención es montar su propio negocio. “Persiguen que tengan cosas básicas, pero no les importa tener que hacer las modificaciones que sean necesarias”, cuenta.

“Les encaja casi todo lo que les hemos enseñado”, precisa Fafián, que también confiesa que se han visto muy sorprendidos por los precios, muy por debajo de lo han visto en otros puntos de España. “Les impactó ver un pazo con una estructura de piedra, mil y pico metros cuadrados, varias edificaciones y 15 hectáreas de finca”, precisa.

Para clientes del mercado chino

El fin de sus futuros negocios, cuenta la gerente de Aldeasabandonadas.com, es “adaptarlos a sus costumbres y atraer a clientes de su misma nacionalidad”.

Son inversores cuyo perfil es muy distinto a la “idea que tenemos de hombres de negocios que viajan en grupo con traductores”. Hablan español y hasta Galicia han llegado acompañados por sus familias.

“Preguntan mucho”, apunta Fafián, que añade que “se adaptan a cualquier tipo de edificación y tienen mucho interés en establecerse en esta zona”.

Os recibimos con alegría

Su llegada a los pueblos genera mucha expectación, pero “el recibimiento está siendo excelente”, narra su particular ‘Cicerone’ en este viaje. “Hay veces que cuando llegamos a ver una propiedad están esperándonos en el pueblo. No sé ni cómo se enteran”, cuenta, pero “es muy familiar, como cuando antiguamente se esperaba a un pariente procedente de la ciudad”.

Los vecinos, indica la gerente de esta agencia inmobiliaria, “les han arropado mucho”, algo que no han pasado por alto los inversores, a los que les ha llamado la atención también la hospitalidad que han mostrado los gallegos.

Un negocio en auge

La venta de propiedades e inmuebles a inversores chinos es un negocio en auge. Tal es así que Aldeas Abandonadas Real Estate ha abierto una sección para este colectivo en diferentes zonas de España.

“No se trata de ventas agresivas”, puntualiza Fafián. “Esta gente se va a establecer y va a generar negocio y puestos de trabajo”. Su objetivo no es importar nada, sino nutrirse de los productos de la zona porque les genera más rentabilidad”, aclara quien hace ya muchos años puso en marcha esta agencia con el fin de que el alma de las aldeas volviera a latir. Y con respecto a los nuevos vecinos asiáticos, lo tiene muy claro. “Se van a integrar”, sentencia.