Parecen construcciones inalcanzables, lugares reservados a reyes, nobles y princesas, pero no lo son. En nuestro país hay cientos de palacios, pazos, castillos y masías que han colgado el cartel de: ‘Se vende’. Se trata de propiedades singulares pertenecientes a particulares o a empresarios que deciden deshacerse de su negocio.

Elvira Fafián conoce bien los detalles de este tipo de operaciones. Es gerente de AldeasAbandonadas.com, una agencia especializada, tanto en la venta de pueblos, como en la de este estos peculiares inmuebles, la mayoría de los cuales guardan su propia historia.

“Hay dos tipos de propietarios”, explica a ELPLURAL.COM, “particulares que tienen el inmueble para su disfrute y familias o empresarios que tienen en él un negocio”.

Los motivos por los que deciden deshacerse del inmueble varían. En el primero de los casos, “lo que ocurre muchas veces es que heredan la propiedad varios hermanos, el heredero no siente el mismo vínculo afectivo que tenían sus padres o el coste de mantenimiento de la propiedad es demasiado alto”, relata Fafián. En el segundo caso, lo que se vende no solo es el inmueble sino el negocio completo. “Se trata de familias dedicadas al turismo rural que quieren hacer otra cosa o de empresarios que cambian de modelo de negocio”.

En lo que respecta a las propiedades, hay construcciones de todo tipo; las hay para reformar y otras en las que no falta nada, guardan muebles, armaduras, cerámicas, … auténticas joyas testimonio de la vida que guardaron sus paredes.

Reinos de pazos

En Galicia y Asturias la propiedad estrella de este tipo es el pazo, un tipo de casa solariega tradicional de carácter señorial ocupada en origen por reyes y nobles.

En la provincia de Lugo, “sobre todo en la comarca de Ulloa”, es donde hay mayor concentración de construcciones en venta. En esta provincia está, además, el palacio de lujo más barato de España, una edificación que se completa con 1.500 metros cuadrados de finca, en la que hay incluso una capilla, y un selecto interior. El escudo de la fachada da buena muestra del valor de la propiedad.

“Cuanto más rural, más valor histórico suele tener”, subraya la gerente de AldeasAbandonadas.com. “Casi todos los compradores de este tipo de inmuebles se fijan mucho en esto, sobre todo en los escudos”.

En el caso de los pazos, la mayor parte de ellos “están dedicados ya al turismo; son hoteles de alto nivel”. “Un pazo da mucho negocio si se sabe llevar bien”, recalca Elvira Fafián.

El perfil del comprador también varía. “Ahora están comprando muchas familias. La última venta que hemos tenido ha sido precisamente de un pazo en Galicia que ha sido adquirido por una familia de Baleares”, explica esta especialista en este tipo de compraventas.

Por norma general, los compradores, sobre todo, los extranjeros estudian mucho la propiedad antes de efectuar la operación. “Algunos vienen primero hasta dos meses, para ver, sobre todo, las materias primas que tienen al alcance. En la actualidad se valora mucho la gastronomía, la calidad de los alimentos a los que se puede acceder: cómo se confecciona el pan, quién te lo trae, …”

El estado del pazo determina también su coste. “Los hay que están de origen, que son los más baratos”. Pero hay precios para muchos tipos de bolsillo. Por 200.000 euros podemos encontrar ya propiedades especiales. Eso sí, las más costosas, pueden alcanzar los cuatro millones de euros.  

Sin embargo, no solo en Galicia y Asturias se ha colgado el cartel de ‘Se vende’ a las construcciones singulares, en Cataluña, Zaragoza y Aragón hay a la venta cientos de masías, e incluso algún castillo, esperando un comprador.