El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha informado de que las dos personas halladas muertas en una vivienda de la parroquia de Paramos en Tui (Pontevedra), próxima al polvorín ilegal que explotó este miércoles, es un matrimonio de Marruecos que deja huérfanos a dos niños.

Los dos menores, de 13 y 8 años, se encuentran en el hospital Álvaro Cunqueiro, en Vigo, y uno de ellos figura entre los treinta heridos que provocó el suceso. Feijóo ha subrayado que la prioridad es que si hay familiares se hagan cargo de los dos niños, que están a cargo del Servicio de Menores de la Xunta.

Un tío de los menores se ha desplazado desde Algeciras hasta Vigo, y una pareja de conocidos de las víctimas mortales, residente en Pontevedra, ha viajado hasta el lugar de la explosión para interesarse por los niños.

El presidente de la Xunta ha recalcado que la situación de estos dos niños es "lo peor de todo lo que ha ocurrido", ya que además de quedarse huérfanos son conscientes de todo. Los chicos refirieron que estaban convencidos de que sus padres podían haber muerto en la explosión, y que ese fue un indicio que utilizaron las fuerzas de seguridad para centrar las labores de búsqueda.

"Lamentablemente, los niños tenían razón", ha indicado Feijóo, quien esta tarde visitará a los menores en el hospital.

A disposición judicial

El hombre detenido por la explosión de material pirotécnico almacenado de modo ilegal en el anexo a una vivienda particular en Tui que ha causado dos muertes y 37 personas heridas pasará mañana a disposición judicial, han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia (TSXG). 

Agentes de la Guardia Civil detuvieron el miércoles a última hora de la tarde en el lugar de la explosión a este hombre, propietario de una pirotecnia situada a menos de dos kilómetros del lugar del suceso, por un presunto delito de homicidio -en aquel momento había constancia de una única víctima- y estragos.

Esa pirotecnia, además, llevaba un año precintada por un problema de licencias urbanísticas, según confirmaron fuentes municipales.

Tras ser detenido el hombre pasó la noche en la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra y está previsto que mañana por la mañana pase a disposición judicial en el juzgado número 1 de Tui, en funciones de guardia en el momento de la explosión, y que se ha hecho cargo de la investigación.