Las vacaciones llegan para los españoles y la Casa Real también disfruta de este mes de agosto. El rey Felipe VI continua participando en la Copa del Rey de Vela a bordo del ‘Aifos’, una cita que sigue con entusiasmo cada verano, aunque este sábado se le ha podido ver en el muelle de la Palma disfrutando junto a su hija, la princesa Leonor. La princesa de Asturias ha aparecido por sorpresa para acompañar al Rey hasta el Real Club Náutico de Palma (RCNP) en su quinto y último día de regatas  de la Copa del Rey Mapfre. 

Durante cuatro veranos, el Rey ha sido el único miembro de la Familia Real en visitar las instalaciones deportivas, pero este año ha sido diferente tras la visita de la hija mayor del monarca. La futura heredera al trono ha querido saludar a todos los miembros de la embarcación y también ha hablado con algunos de los compañeros de regata de su padre, aunque no ha subido a bordo del barco. A su vez, ha saludado a las quince tripulaciones femeninas que compiten en esta 43 edición en la Women's Cup. 

Sin embargo, al final del acto se ha producido una escena curiosa. Tras darle dos besos a Leonor, Felipe VI ha permanecido a bordo del ‘Aifos’, mientras ella le ha deseado “suerte” a su padre mientras intentaba abandonar el muelle por el mismo lugar por el que había accedido.

En ese instante, el rey le ha advertido de que esa no era la salida correcta y, con un gesto de su mano derecha, le indicó el camino adecuado para salir del embarcadero de Palma, en Mallorca. El momento no pasó desapercibido ni siquiera para Alejandro Riego, periodista encargado de la información sobre Casa Real en TVE, quien lo mencionó mientras informaba en el canal 24 Horas sobre la presencia de la princesa Leonor.

"El rey le está diciendo a la princesa por dónde está (carcajada) la salida del muelle. Vemos ya como se despide de su padre y se retira con el equipo de seguridad del Real Club Náutico", ha expresado.

El susto que se ha llevado el rey Felipe

Sin embargo, la jornada no ha comenzado con la habitual calma. Mientras ultimaba detalles a bordo del barco, una vela con su botavara ha caido desde varios metros de altura, provocando un susto entre la tripulación. A pesar del incidente, la reacción del monarca ha sido sorprendentemente serena: ha observado brevemente lo sucedido y ha continuado con sus tareas, sin mostrar alarma, a pesar de lo cerca que estuvo el objeto de golpearlo.


Esta es la tercera jornada de regata, un evento que el rey vive con verdadera pasión. El domingo ya participó en los entrenamientos, y solo descansó el lunes debido a sus compromisos oficiales en el Palacio de la Almudaina.

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