Tal y como informa el diario local de La Palma, 'El Time', y ha confirmado el Involcán, la colada de lava se ha acelerado al pasar la montaña de Tres Picos en Tazacorte y arrasar con el núcleo del Pampillo sepultando ya la carretera de la costa. Una barrera que hace casi inevitable la llegada de la colada de fuego al mar al ser la última conexión que existía con el suroeste de la isla desde el valle de Aridane.

El presidente del Cabildo de la Palma, Mariano Hernández Zapata, reconociía este mismo domingo que a las autoridades les preocupaba "sobremanera" que la lava cortara esta carretera, ya que es "la única vía de acceso a la zona sur del municipio de los Llanos de Aridane". "Si se corta esa carretera, se complica la situación", indicaba entonces.

De esta forma, la lava se encuentra a apenas 800 metros del mar. Además, ha rodeado la montaña de Tazacorte arrasando también con viviendas y plataneras de dicha localidad.

Prohíben el acceso a zonas evacuadas en La Palma para recoger enseres

El Cabildo de La Palma ha anunciado este martes que está prohibido acceder a las viviendas en las zonas evacuadas por la erupción del volcán de Cumbre Vieja para recoger enseres.

Además, los agricultores con fincas ubicadas en la zona de Puerto Naos, El Remo y Las Hoyas con turno para regar podrán acceder exclusivamente por el núcleo de Jedey y el personal técnico de la corporación se encargará de la limpieza de las cenizas en los inmuebles evacuados.

La corporación precisa que la prioridad del Cabildo sigue siendo evitar cualquier riesgo para la población y por ello se refuerza la limpieza de las carreteras y vías de emergencia.

La erupción ha generado hasta el momento la evacuación de unas 5.700 personas, especialmente en los municipios de Los Llanos de Aridane y El Paso, y tiene confinadas a otras 300 en la costa de Tazacorte en previsión de que la lava llegue al mar y pueda generar problemas de salud por inhalación de gases.

Torres avisa que lo peor está por llegar

El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha admitido este martes que la reconstrucción social y económica en La Palma cuando acabe la erupción volcánica "es un reto tremendo", quizás uno de los más importantes de las islas en las últimas décadas, y por ello, ha avisado de que "lo peor está por venir" porque hay muchos daños económicos y sociales.

En una intervención en la sesión de control del Pleno del Parlamento, ha señalado que no se va a "poder restituir lo perdido" dadas las condiciones de la erupción "y el recuerdo no se compensa" con una ayuda económica o una vivienda.

Ha apuntado que muchos afectados "quieren quedarse" cerca de las zonas afectadas pero es materialmente "imposible" reponer casas y fincas y por ahora, aunque la situación de emergencia "no ha terminado", las instituciones se van a esforzar en sacar adelante una primera línea de ayudas sin tener en cuenta aún registrados todos los años, que superarán los 400 millones de euros. "No les vamos a llamar a los palmeros", ha agregado.

Torres ha puesto como ejemplo la declaración de emergencia de La Palma que se aprobará este martes en Consejo de Ministros, una partida estatal de 10 millones para viviendas y enseres, la concurrencia a los fondos de solidaridad de la UE, la apertura de una oficina multidisciplinar de apoyo a las víctimas en Los Llanos de Aridane, la adquisición de casi 300 viviendas en la isla, aprobación de ERTE específicos para damnificados y 13 millones para formación, empleo y servicios sociales.

Ha insistido en que mientras dure la emergencia, el gran objetivo es que "termine sin daños personales ni pérdidas de vidas humanas", y en se sentido, ha destacado que "lo único" positivo de la erupción es que "se han salvado muchas vidas".