Tres días después, y quejas del jugador mediante, LaLiga ha reaccionado a los insultos racistas que recibió Vinicius Jr., jugador del Real Madrid, en el Nuevo José Zorrilla de Valladolid. El futbolista brasileño ya fue objeto de una campaña xenófoba en los prolegómenos del derbi ante el Atlético de Madrid el pasado mes de septiembre y cuya sentencia quedó en agua de borrajas, bajo el argumento de “contexto de máxima rivalidad”. La competición presidida por Javier Tebas ha presentado una denuncia por delito de odio ante los juzgados de Instrucción de la ciudad vallisoletana.

Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado, durante el partido de Liga que enfrentaba al Real Valladolid y al Real Madrid. El técnico blanco decidió dar descanso a Vinicius. Cuando este se disponía a abandonar el terreno de juego, el colegiado, Munuera Montero, le pidió que se marchara por el lado opuesto a la zona de banquillos, teniendo que bordear gran parte del rectángulo.

El brasileño detuvo su paso cuando los blancos robaron un balón en el centro del campo que, a la postre, acabaría en gol de Karim Benzema. En ese momento, Vinicius, que ya había escuchado algún que otro improperio desde la grada, celebró el gol con ímpetu y los insultos racistas se multiplicaron.

Tras la conclusión del partido, el brasileño publicó en sus redes sociales una imagen del encuentro al que le acompañaba un texto donde denunciaba la inacción de LaLiga ante estas actitudes xenófobas que recibe casi cada jornada. Una queja que llegó a ojos del presidente de la competición, Javier Tebas, y que refutó alegando que el organismo tiene mecanismos para combatir el racismo.

Tres días después de los incidentes, LaLiga se ha personado ante los juzgados de instrucción de Valladolid para denunciar los insultos racistas vertidos hacia Vinicius esta pasada jornada. El órgano rector del campeonato doméstico ha presentado una denuncia penal por delitos de odio, junto a pruebas audiovisuales recabadas en la investigación que se ha llevado a cabo desde la conclusión del partido.

Tal y como ha informado LaLiga a través de un comunicado, han solicitado a los juzgados de Valladolid que dé traslado de la denuncia a la Fiscalía de delitos de odio para su personación en la causa. Además de esta vía, también se ha remitido una denuncia por los insultos racistas ante el Comité de Competición de la RFEF y la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, como viene siendo habitual desde hace varias temporadas, para su análisis y posible sanción.

Medidas de LaLiga

Amén de la denuncia, el órgano que preside Tebas ha anunciado que redoblará los esfuerzos para erradicar cualquier tipo de violencia, racismo o xenofobia dentro y fuera de los recintos deportivos. Para ello, se aumentarán el número de oficiales de integridad de LaLiga presentes en los encuentros con riesgo de producirse este tipo de escenas. De esta manera, según aducen en la competición, buscan extremar la detección e identificación de conductas de esta índole que, según apostillan, no tienen cabida en el deporte.

LaLiga propone, además, que en aquellos estadios en los que se considere alto riesgo de comportamientos racistas en las gradas, se emitirán mensajes a través de la megafonía y de los soportes publicitarios que rodean al rectángulo de juego, con el fin de luchar y condenar el racismo.

Violencia cero

El objetivo de LaLiga es conseguir un estado de violencia cero en los estadios de Primera y Segunda. Para ello, creen necesario la práctica de diferentes métodos de formación, prevención, detección y denuncia en cada jornada, las cuales se trasladan a la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte, así como la Fiscalía de delitos de odio.

En cualquier caso, LaLiga mantendrá su política de denunciar y personarse como acusación en cualquier procedimiento penal vinculado a hechos violentos en el fútbol. Por ello, trabajan codo con codo con los clubes, jugadores, autoridades y demás partes implicadas en el deporte con el fin de asegurarse que en el ámbito futbolístico no haya espacio para este tipo de comportamientos.