La agresión sufrida este viernes por un guardia civil destinado en el puesto de La Línea ha hecho saltar una vez más las alarmas por los problemas de seguridad existentes en esta zona.

El agente fue agredido a las seis de la mañana cuando se dirigía a su puesto de trabajo. Observó que un vehículo circulaba de forma anómala y llamó la atención al conductor. Al percatarse de que era guardia civil fue golpeado de forma brutal. Tiene diversas contusiones y ha tenido que recibir varios puntos de sutura en el labio. 

La Asociación Unificada de Guardias Civiles ya ha anunciado que se personará como acusación particular “para exigir un castigo ejemplar contra los presuntos agresores”.

El problema es que éste no es un hecho aislado, denuncian desde AUGC. no es la primera vez que los guardias civiles sufren las agresiones y amenazas, por lo que piden que esta zona “sea declarada área de especial singularidad”.

“El auge del narcotráfico, la inmigración ilegal y la gran afluencia de tráfico en época estival”, son los principales problemas a los que han de hacer frente los agentes en la provincia de Cádiz.

“Faltan medios humanos y materiales y esto hace que los delincuentes campen cada vez más a sus anchas”, destaca esta agrupación. 

 El pasado marzo ya denunciaron que en la convocatoria de vacantes publicadas en el Boletín Oficial de la Guardia Civil sólo había 37 plazas para toda la provincia. No se contemplaban puestos para localidades como Chiclana, Conil o Chipiona, “unidades costeras que en verano se ven saturadas de trabajo”. 

 A juicio de esta asociación, en esta provincia sería necesario aumentar la plantilla en “al menos unos 200 agentes para Seguridad Ciudadana”.