Julio se ha convertido en el mes más caluroso en todo el planeta desde que hay registros, y es que las olas de calor no sólo se han dado con mayor frecuencia e intensidad en España, sino que las altas temperaturas se han extendido a lo largo y ancho de la Tierra.

La temperatura global ha alcanzado un promedio mensual de 16,95 grados Celsius, según ha informado la Organización Meteorológica Mundial (OMM) recabando los 23 primeros días del mes y después de haber recibido los datos provisionales del Servicio de Cambio Climático Copérnico de la Unión Europea.

Es así como se ha determinado que fue el pasado día 6 el que registró las temperaturas más altas del planeta, con una media de 17,08 grados. En base a estas elevadas temperaturas, es necesario remarcar con precisión en qué países, y ciudades para ser más exactos, se registraron las disparatadas cifras del calor sofocante: Sanbao (China) con 52,2 grados; Dead Valley o Valle de la Muerte (California, Estados Unidos) con 53,4 grados; 49 grados en Argel y, por último, en nuestro país, en Cataluña, con 45,4 grados.

Sin embargo, también cabe destacar las jornadas del 3 y 23, que batieron un récord previo con 16,8 grados, una cifra que no se alcanzaba desde agosto de 2016.

El fenómeno más evidente: las olas de calor

Una situación atípica cuanto menos ya que se viene prolongando, con olas de calor constantes, desde el pasado mes de mayo, cuando “la temperatura del mar estuvo por encima de los valores previamente observados en esta época del año, lo que contribuye excepcionalmente a un julio cálido”, explica el Servicio de Observación.

Teniendo en cuenta estos umbrales, no es descartable que este mes de julio de 2023 se ponga a la cabeza de otras épocas como el periodo más caluroso registrado en todo el planeta. Y es que este fenómeno no sólo se manifiesta en forma de olas de calor intensas, sino también en la temperatura del agua del mar y los incendios forestales que, ejemplos de este verano como La Palma en España o la isla de Roda en Grecia, son prueba de ello.

Con respecto a las olas de calor, es probable que se sucedan con mayor frecuencia y sean aún más intensas, superando los 45 grados centígrados, todo ello si las emisiones globales no frenan drásticamente y se imponen medidas para ir paralizando paulatinamente los efectos del cambio climático.

En palabras de Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorologia (AEMET), cabe esperar veranos aún peores en cuanto a la sensación térmica, cada vez más en aumento: “El verano más cálido hasta ahora parecerá fresquito a final de siglo”, advirtió recientemente en una entrevista con El Periódico. "En ciudades como Sevilla, Córdoba o puntos del valle del Ebro, donde ahora se registran máximas de entre 42 y 44ºC se podrían alcanzar valores de 50ºC. En Madrid, pasaremos de máximas de 40ºC a picos de entre 44 y 45ºC", comentó, hablando de lo que, "en un futuro más o menos cercano", podrá ocurrir con fuertes certezas en nuestro país.

Europa, asfixiada por calor

Pese a que España, por condiciones geográficas, suele sufrir este episodio con mayor frecuencia, lo cierto es que el resto de países vecinos también están traspasando por una situación similar a la que se vive en verano en la Península Ibérica.

Junto a España, son Francia, Italia y Grecia, países bañados por el Mediterráneo, los que están registrando extremos de temperaturas más típicos de los países del norte de África. La última y tercera ola de calor del verano registrada se ha bautizado científicamente como ‘Cerberus’, ya que es un episodio que está dejando hasta 45 grados centígrados. En el caso de Francia, en Córcega para ser más exactos, se han registrado los 42 grados; mientras que en Cerdeña y Sicilia (Italia), los 44. No obstante, el récord se lo lleva la Acrópolis en Grecia al dispararse hasta los 48 grados.

Y es que la alerta ha llegado hasta la Organización Meteorológica Mundial, que advierte de las arriesgadas situaciones que se vivirán este miércoles tanto en España como en Francia. Mientras que, por su parte, Naciones Unidas, ha advertido que los valores registrados durante esta semana ya son cinco grados más altos que la media registrada de las décadas previas.

No obstante, esta no es una situación que únicamente se esté dando en el continente europeo. Debido a los efectos directos del calentamiento global, en los últimos días se ha visto afectado todo el hemisferio norte del planeta, con consecuencias directas en China (donde el lunes se registraron 52 grados centígrados) o, al otro lado, Estados Unidos (concretamente, en el conocido como Valle de la Muerte, se alcanzaron los 53,3 grados).