Manuel Piñar Díaz, el polémico juez de Granada que ha rechazado la puesta en libertad de Juana Rivasmandó a prisión a B. D. S., un hombre que realizó pintadas en 2019 en el convento de San Gregorio de Granada, situado en el barrio del Albaicín.

La dureza de la pena (dos años de cárcel y una indemnización de 1.180 euros) contrasta con otras sentencias del polémico magistrado como la publicada este domingo en ElPlural.com, en la que absolvió en 2018 a un hombre de abofetear y lanzar contra un armario a su mujer.

Los pintarrajos en el convento

Fue en octubre de 2019 cuando, según la prensa local, B. D. S. fue sorprendido por una dotación policial mientras efectuaba pintadas en el convento de San Gregorio. “Por lo visto, los agentes le encontraron incluso un rotulador negro”, informó el ‘Ideal de Granada’.

“Se da la circunstancia de que habían aparecido otros pintarrajos parecidos en otras vías de este barrio, por lo que se elaboró un cotejo y se concluyó que el acusado era también el autor de otros trazos en inmuebles de la Calle Elvira y calle Ánimas, así como en el Aljibe del Rey”.

En base al cotejo policial, en su sentencia -dictada en octubre de 2019-, el juez del caso Juana Rivas consideró que este hombre había realizado trazos en el enclave del Albaicín, un barrio declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Le impuso así la pena máxima que en su artículo 323 contempla el Código Penal, que establece que “será castigado con la pena de prisión de seis meses a tres años o multa de doce a veinticuatro meses el que cause daños en bienes de valor histórico, artístico, científico, cultural o monumental, o en yacimientos arqueológicos, terrestres o subacuáticos”.

No le importó que el acusado estuviese en paro

El acusado pidió que se le suspendiera la pena, algo a lo que se negó el juez Manuel Piñar, quien finalmente ordenó su encierro por no pagar la indemnización. De hecho, en un auto dictado por este polémico juzgador el 12 de febrero de 2021, dio quince días a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para localizar al condenado para proceder a su encarcelamiento. El encausado se hallaba en Gerona y finalmente -informa Yenalia Huertas-, ingresó en el centro penitenciario de Figueras.

A Piñar no le importó que el acusado estuviese en paro, “máxime –subrayó– cuando se trata de persona que no ha acreditado tener impedimento ni defecto que le obstaculice trabajar”.

Un juez más que polémico 

Esta sentencia, forma parte del polémico historial de decisiones de Piñar, que llegó a incluir valoraciones personales en algunas de sus resoluciones así como comentarios sobre el físico de una mujer a la que juzgó. Piñar, que también mandó a la cárcel a dos sindicalistas, ha sido muy criticado por haber insultado gravemente en sus redes sociales al Gobierno de Pedro Sánchez, a las mujeres feministas y a los inmigrantes.