Investigadores en Mount Sinai, en Estados Unidos, han desarrollado una nueva técnica para la inmunoterapia del cáncer, que consiste en inyectar estimulantes directamente en un tumor para enseñar al sistema inmunitario a destruirlo.

Las pruebas iniciales funcionaron positivamente en pacientes con linfoma en etapa avanzada, por lo que ahora se desarrollan ensayos en pacientes con cáncer de mama y cabeza y cuello, según el estudio publicado en Nature Medicine.

¿En qué consiste el tratamiento?

El tratamiento consiste en administrar una serie de estimulantes inmunitarios directamente en el tumor. El primer estimulante recluta importantes células inmunes, llamadas células dendríticas que actúan como generales del ejército inmune. El segundo estimulante activa las células dendríticas, que luego ordenan a las células T, los soldados del sistema inmunológico, que matan las células cancerosas y evitan las células no cancerosas. Este ejército inmune aprende a reconocer las características de las células tumorales para que puedan buscarlas y destruirlas en todo el cuerpo, convirtiendo el tumor en una fábrica de vacunas contra el cáncer, según el citado estudio.

Aplicación en múltiples tipos de cáncer

El autor principal del estudio, Joshua Brody, director del Programa de Inmunoterapia de Linfoma en el Instituto de Cáncer Tisch en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, ha explicado que "el enfoque de la vacuna in situ tiene amplias implicaciones para múltiples tipos de cáncer". Según el investigador, "este método también podría aumentar el éxito de otras inmunoterapias con bloqueo de puntos de control".

La vacuna primero se probó en el laboratorio y luego se aplicó en 11 pacientes en un ensayo clínico. Algunos enfermos tuvieron remisión completa en un periodo que va entre meses a años. En las pruebas de laboratorio en roedores, la vacuna aumentó drásticamente el éxito de la inmunoterapia con bloqueo de puntos de control, el tipo de inmunoterapia responsable de la remisión completa del cáncer del expresidente Jimmy Carter, objeto del Premio Nobel de Medicina de 2018.

Los investigadores del Mount Sinai han iniciado en marzo un ensayo clínico para pacientes con linfoma, mama y cáncer de cabeza y cuello para probar la vacuna con medicamentos de bloqueo en el punto de control.