Más allá de la tardanza o de los posibles análisis sobre el momento óptimo para pronunciarse, los 24 convocados por un Luis de la Fuente aferrado al puesto de Seleccionador nacional, aprovecharon el primer día de concentración para leer un comunicado contra Luis Rubiales. Los cuatro capitanes (Álvaro Morata, César Azpilicueta, Marco Asensio y Rodri Hernández) leyeron una nota que sembró el pánico en los sectores aún próximos al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), además de causar un profundo debate en el seno del vestuario. El núcleo duro de la Selección reclamaba más dureza en la condena a los “comportamientos inaceptables” del que fuera máximo responsable del organismo. Sin embargo, según publica El País, tras más de tres horas de debate se llegó a un acuerdo que aglutinaba todas las sensibilidades. El resultado final lo verbalizó el delantero del Atlético de Madrid, en una versión que difería ligeramente del texto difundido por el equipo de comunicación del ente federativo.

Han transcurrido más de 15 días desde que Luis Rubiales abochornara al mundo entero con su comportamiento en la ceremonia de entrega de trofeos del Mundial femenino en Australia y Nueva Zelanda. Dos semanas desde que las jugadoras bordaron su primera estrella en el escudo del país. Historia del deporte español eclipsada por el abuso de poder del expresidente de la RFEF, suspendido por la FIFA y cuyo futuro está en el aire tras el fallo del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). Desde entonces, pocos futbolistas masculinos salieron al paso del comportamiento machista de Rubiales hacia Jenni Hermoso. Tan sólo se mojaron Isco, Borja Iglesias y Héctor Bellerín. Hasta este pasado lunes, cuando los 24 seleccionados por Luis de la Fuente leyeron un comunicado aprovechando la concentración para la ventana internacional de principios de temporada. La polémica pervive en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, pero faltaban ellos por pronunciarse mientras las críticas de la sociedad se amontonaban ante sus ojos.

Álvaro Morata, primer capitán de la Selección, ejerció como portavoz en un acto solemne. Sin preguntas de los periodistas. Junto a él desfilaron por la sala de prensa de Las Rozas Rodri Hernández, César Azpilicueta y Marco Asensio. Antes del primer entrenamiento preparatorio para los partidos de clasificación para la Eurocopa 2024 frente a Georgia y Chipre, el ariete colchonero y sus tres escuderos leyeron una nota que tuvo su intríngulis. “Queremos rechazar lo que consideramos unos comportamientos inaceptables por parte del señor Rubiales, que no ha estado a la altura de la institución que representa”, leyó el delantero. A pesar de que el escrito fue despojado de la dureza que algunos de los futbolistas anhelaban y de su tardanza, supone de igual modo un duro golpe para un Luis Rubiales con cada vez menos apoyos fuertes en el seno de la organización.

Intenso debate en el vestuario

El resultado que Morata leyó en la sala de prensa de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas fue el fruto de más de tres horas de discusión entre los 24 integrantes citados por Luis de la Fuente, a cuyo resultado final se llegó tras un consenso generalizado. No estuvo exento de discrepancias, tampoco de presiones de algunos directivos más afines a Rubiales, que, según El País, buscaron interferir en la forma y en la publicación de este. Los internacionales trataron el caso después de comer y algunos integrantes del núcleo duro como el propio Morata, Rodri, Azpilicueta y Kepa eran partidarios de expresarse en un tono más agresivo contra el expresidente de la RFEF.

Estos pesos pesados del vestuario entienden que la imagen que proyectó Rubiales del fútbol español merecía una repulsa más contundente. No obstante, y tras más de tres horas de discusión interna, el comunicado salió consensuado ente la disparidad de sensibilidades. Se esbozaron varios borradores, hasta que llegó el acuerdo de rebajar el tono, pero sin obviar la condena expresa y firme a los actos acometidos por el expresidente en Australia. Eso era impepinable y casi una imposición del núcleo duro. La lectura final de Morata evidencia esta versión, al incluir la palabra “igualdad” en su alocución final, dado que ésta no aparecía en la nota difundida por la federación.

Uno de los principales puntos de disenso fue si en el comunicado se debía nombrar a Rubiales u optar por la vía adoptada por Sergio Busquets. El excapitán de la Selección y del FC Barcelona, desde su retiro dorado en el Inter de Miami, evitó mencionar expresamente su nombre, ciñendo sus interpelaciones a “presidente”. “Ni tolero ni consiento la actuación”, subrayó el centrocampista catalán. Finalmente, los pesos pesados hicieron valer su experiencia y se optó por la primera de las opciones.

De hecho, entre los 24 hubo quién echó en falta la figura de Sergio Busquets, sabedores de que él no hubiera tolerado presiones externas de los ecos del rubialismo que aún vagan por la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. Según El País, en estos últimos y convulsos días, es habitual que altos cargos de confianza del expresidente de la RFEF carguen contra según qué trabajadores al entender que no defienden como deberían a su ex jefe.

Finalmente, el comunicado emanó de un acuerdo en el  vestuario, pero sin referencia alguna a Jenni Hermoso. “Queremos lamentar y expresar nuestra solidaridad con las jugadoras que han visto empañado su éxito”, rezaba la nota. “Nos situamos de manera firme y clara del lado de los valores que representa el deporte. El fútbol español debe ser motor de respeto, inspiración, inclusión y diversidad, y debe dar ejemplo con sus conductas tanto dentro como fuera del campo”, continuó. Tras ello, exhibieron su determinación a dejar atrás la polémica y dar relevancia al hito conseguido por las futbolistas en Australia.