La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha descartado la opción de una moción de censura contra su presidente, Luis Rubiales, suspendido provisionalmente por la FIFA a raíz de sus comportamientos machistas durante la final del Mundial de fútbol femenino. El organismo también ha desestimado la celebración de elecciones presidenciales antes de 2024, ateniéndose a la normativa.

Fuentes de la propia RFEF han apuntado a la orden ministerial que regula los procesos de elección de presidente en las federaciones deportivas españolas. En concreto, en artículo 19, referido a la moción de censura, tiene un punto clave: "La moción de censura no podrá presentarse durante los seis primeros meses de mandato, ni cuando resten entre seis meses y un año hasta la fecha a partir de la cual pueda realizarse la convocatoria de elecciones, circunstancia a determinar por las normas federativas".

A su vez, otra fecha clave es la celebración de los Juegos Olímpicos de París 2024, para los que ya está clasificada la selección masculina de fútbol y para los que la femenina aún tiene que clasificarse. Al estar certificada la participación de la RFEF en los mismos, el organismo deberá convocar sus comicios una vez finalicen los Juegos, que tendrán lugar entre el 26 de julio y el 11 de agosto de 2024. A su vez, el mandato de Rubiales terminaría en septiembre de 2024, tras haber sido elegido por segunda vez el 21 de septiembre de 2020 en la Asamblea General.

De esta forma, las únicas dos formas que quedan para que Luis Rubiales abandone su cargo como presidente de la RFEF son, o que presente su dimisión o la inhabilitación por parte del TAD o la FIFA. De lo contrario, podría mantenerse en su cargo hasta que se celebren nuevas elecciones en la Federación, cuya fecha está prevista para octubre de 2024.

Pendientes del TAD

Al tiempo, desde el pasado martes, el CSD, Consejo Superior de Deportes, y la RFEF, están a la espera de la decisión del Tribunal Administrativo de Deportes (TAD) tras haber presentado el Gobierno la denuncia contra el presidente de la Federación y en la que reclamaban su inhabilitación.

Fue el martes cuando el TAD dio una primera información al respecto, solicitando al CSD más documentación para poder completar la investigación y valorar si admiten a trámite o no su denuncia. En particular, los documentos solicitados eran los comunicados emitidos por la RFEF, la jugadora afectada Jennifer Hermoso y el sindicato FutPro, además de la documentación adjunta a la denuncia interpuesta por la Liga Profesional de Fútbol Femenino.

Sin sueldo, móvil ni coche oficial

El pasado martes, la RFEF determinó la decisión de quitarle a Rubiales el coche oficial, el sueldo y el móvil y ordenador tras ser suspendido “provisionalmente” por la FIFA.

En un plazo de 90 días, Rubiales no podrá cobrar su sueldo como presidente -de 634.518 euros brutos-; tampoco los 250.000 euros que percibe de la UEFA a título de vicepresidente, a los que también hay que sumar los 3.000 euros mensuales para gastos de alquiler de vivienda. Esta última cifra un tanto polémica debido a que su residencia, desde 2019, está fijada en Madrid y, la última vez que hizo uso del coche oficial fue este viernes para acudir a la Asamblea de la Federación.

Tal y como ya avanzó la FIFA en su comunicado del pasado sábado, está “apartado de toda actividad relacionada con el fútbol a nivel nacional e internacional”. Siguiendo la misma línea, cabe remarcar que, tal y como también ha hecho público el periódico británico Daily Mail, la intención del organismo futbolístico sería aplicarle a Rubiales hasta 15 años de inhabilitación, la máxima sanción para así, ejemplificar.