Atendiendo solo a las noticias que estamos acostumbrados a leer, eso de la incertidumbre no parece nada positivo. El año pasado parecía que la mayor preocupación de los mercados era la incertidumbre política, la falta de confianza de las empresas y de los consumidores que, según analistas como Goldman Sachs, amenazaba con golpear las perspectivas económicas. Parecía, sin embargo, cuestión de puntos de vista, ya que tanto el Fondo Monetario Internacional como la Unión Europea mejoraban las previsiones para nuestro país.

Es evidente que tener la certeza de que algo va a suceder pone sobre aviso, permite hacer uso de las herramientas apropiadas, desarrollar estrategias útiles para prevenir situaciones indeseadas. Y eso no tiene solo que ver con cuestiones económicas y datos macro, sino también con el propio individuo.

Como señala la web Crecimiento y Bienestar Emocional, los periodos de incertidumbre generan dudas que afectan a las emociones y pueden provocar situaciones de estrés, de preocupación, de temor. La fuente que la causa puede ser algo solo personal o una circunstancia común a todo un territorio, lo que puede implicar pánico colectivo.

Buscando respuestas donde no hay

 Comúnmente, se considera que el bienestar y la tranquilidad plena (lo que sería un estado contrario por completo a la incertidumbre) se alcanza con salud, amor y dinero. La amenaza que se cierna sobre alguno de ellos tiende a despertar las dudas de cualquier persona.

Una página de tarot económico es la primera opción de supersticiosos para responderlas. Los profesionales que hay detrás, que suelen definir como muy buenos tarotistas, son un buen medidor a la hora de identificar qué nos genera más incertidumbre, ya que todas suelen ofertar como servicio estrella el tarot del amor.

Hace unos años, quedarse hasta las tantas repasando la parrilla televisiva era sinónimo de quedarse viendo a las consideradas mejores videntes españolas. Esas que trataban asuntos relacionados con el amor, con la salud, con los negocios. Videntes españolas que hoy se han pasado al 2.0 (aunque siempre nos quedará Esperanza Gracia), que son recomendadas por quienes creen en las prácticas adivinatorias.

Otras personas, sin embargo, deciden tomar las riendas de sus propias vidas.

No solo amor de pareja

Cuando aparece este temor por lo que pueda pasar, siguiendo de nuevo a la web Crecimiento y Bienestar Personal, se tienden a exagerar los problemas, se pierde la concentración y se descuidan otras áreas, se corre el riesgo de tomar decisiones equivocadas debido a la desesperación y aumentan las posibilidades de que aparezcan problemas mayores, como enfermedades leves o graves. Así, señala la psicóloga clínica Silvia Russek, nos afecta la incertidumbre.

Sin embargo, esa sensación de duda no tiene que estar provocada por una fuente negativa sino comenzar, por ejemplo, a las 4 semanas de embarazo. Es cuando se comienzan a producir alteraciones significativas en el útero, cuando alguien con los conocimientos adecuados puede confirmar a la mujer que está embarazada. Y entonces, posiblemente, tenga que lidiar con su ilusión y con sus temores a partes iguales.

Una opción recomendable, en este caso, es proveerse de información básica, como la que atañe al embarazo semana a semana. Hablamos de lo que respecta al tamaño del feto o bebé, cambios en la madre, síntomas a las 4 semanas de embarazo, peso del feto, fotos, vídeos y muchos más datos, que se pueden obtener siguiendo el enlace anterior. En todo caso, la sobrecarga de información también puede ser contraproducente, así que mejor dejarse llevar por el criterio de la mesura.

Evitar el susidio: cómo podemos aprender los jóvenes

 Un estudio realizado por en el seno de la Universidad Complutense de Madrid se planteó explorar cuáles son las principales fuentes de incertidumbre en el amor en la actualidad, e identificó las estrategias que los jóvenes españoles ponían en práctica para afrontar la misma. Fue a través de 31 entrevistas en profundidad realizada a adultos jóvenes, concretamente entre los 25 y los 35 años de edad.

De ellos se podría aprender, por ejemplo, como tienen la cautela como principio, como normal. Se autosometen así a lo que el estudio llamaba “disciplina emocional”, que no servía sino para controlar la imagen que se da a los demás de los sentimientos que tiene la persona. Es, ni más ni menos, ponerse un escudo para no quedar expuestos. Y aunque cualquier psicólogo no lo aprobaría, si que daría claves para el control de las emociones, como clave del éxito.

Otra de las estrategias puestas en marcha era la concatenación de parejas, ese viejo clásico de un clavo se saca con otro clavo. Esto se puede ver desde el punto de vista de que toda persona debe sentirse con derecho a ser feliz, a tener una relación sana y armoniosa. Y eso pasa por huir de las relaciones tóxicas.

También llamaba la atención que los jóvenes den prioridad al “yo” a la hora de marcarse expectativas, lo que tiene lógica. Partiendo de que quien tiene que mirar por su propio bienestar es el individuo, y siguiendo porque será mejor cuanto más se conozca a sí mismo para saber qué está buscando.

Por último, el estudio resaltaba también la búsqueda de alternativas a la pareja monógama tradicional. Tiene que ver con el estilo de vida que alguien decida adoptar.