La semana pasada la Guardia Civil rescató el cadáver de un hombre de 32 años de nacionalidad alemana que quedó sepultado cerca de la cumbre de Mulhacén, en Sierra Nevada (Granada). El cuerpo estaba dentro de una grieta y congelado, principal causa de la muerte.

La desaparición del hombre se notificó el pasado 3 de noviembre en el municipio granadino de Bubión. Fue un equipo de montañeros los que avistaron el cuerpo sin vida del alemán dentro de una hendidura rocosa y, acto seguido, dieron aviso a las autoridades.

La operación de rescate corrió a manos del Grupo de Rescate e Intervención de Montaña de la Guardia Civil (Greim), que se desplazaron a la zona de los hechos y, posteriormente, fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Granada. Según han detallado fuentes de la Guardia Civil, debido al largo tiempo que permaneció el cadáver en el lugar del hallazgo, las maniobras para separarlo del bloque de hielo fueron complicadas.

La investigación apunta a que el individuo extranjero intentó refugiarse del frío entrando en la grieta natural, momento en el que pudo quedar sepultado a causa de alguna tormenta de nieve que se produjo en la zona del Mulhacén.

Pese a que la denuncia, que fue emitida por la madre del fallecido, se produjo en los primeros días de noviembre, lo cierto es que fue entre el 4 y 17 del mismo mes cuando dejó de estar localizable, es decir, sus dispositivos móviles dejaron de funcionar.

La Guardia Civil insiste con frecuencia en extremar las precauciones en estas zonas de montaña para evitar riesgos y accidentes.

No es la primera vez que ocurren hechos de estas características en las altas montañas de Sierra Nevada. Fue en diciembre de 2022 cuando, en una semana, se encontraron los cuerpos de dos mujeres húngaras y una mujer bielorrusa fallecidas entre la nieve. Todas ellas murieron de hipotermia en la época del año más fría; además, debido a la temporada, estas operaciones de rescate se tuvieron que hacer a pie por las complicadas condiciones meteorológicas.