Llego a El Borge a las seis de la tarde. Una tarde fresca a la par que soleada. El Borge es un pueblo pequeño pero precioso y lindo, lindísimo de la Axarquía malagueña. ¿El objetivo? Entrevistar a Ismael Fernández y a su burra Baldomera. Un vídeo cargado de emotividad del reencuentro de Ismael con su burra tras estar separados meses por el confinamiento es el responsable de que Baldomera sea, tal vez, la burra más conocida internacionalmente.

Ismael no está desbordado porque como periodista navegador de situaciones de tensión, sabe controlar pero sí reconoce que no esperaba tamaña reacción y que el pequeño pueblo de El Borge por el que siente fervor, está en boca, imágenes, papel prensa, cámaras y micros de todas las latitudes.

Aprovecha la entrevista para dos asuntos que le interesan notablemente. Por un lado para desmontar teorías, falsas de todas falsedad, de que está negociando con la burra, de que busca el oro y la fama internacional y de que ha firmado un suculento contrato. Un falso titular de un medio tuvo la culpa.

Lo desmiente en el desarrollo de las dos piezas de esta entrevista y en los vídeos que le acompañan aunque reconoce que son bastantes las ofertas de contratos que llaman a su puerta. Y en segundo lugar aprovecha la entrevista para una defensa de los valores del mundo rural, de la España vaciada y de su pueblo, maravilloso lugar para el turismo rural. Un municpio, por cierto, libre de Covid con Cero contagios.

 

Como diría el cantautor para "vagabundear entre el cielo y el mar" pero en este caso para "deambular" por unas calles blancas, con sabor a aceite de montaña y a manos encallecidas por el trabajo del campo. Con aromas de pasa uva moscatel e historias románticas de bandoleros. Pasear en tiempos del Covid por sus estrechas calles es como un paseo por las nubes de la seguridad y de la tranquilidad que transpira un pueblo libre de contagios por una actitud ciudadana y un entorno sano. Es esa parte de la España vaciada a la que muchos urbanitas miran ahora como futuro destino turístico o incluso como lugar donde anclar su vida buscando el relax y la salubridad ¡Ha hecho falta toda una pandemia y miles de fallecidos para darse cuenta!

Mi cámara axarquico, Francis Díaz (Pule), gran tipo y excelente profesional de lo audiovisual, me espera en un punto de El Borge para ir juntos en su coche por un camino serperteante, entre laderas de sierra, subtropicales, almendros, olivos y curvas a la casa, bellamente rústica de Ismael Fernández. Es un paraíso el sitio donde vive Baldomera. Parafraseando al "noi del Poble Sec" podríamos decir que Baldomera

"Vive colgada de un barranco
donde duerme su pueblo blanco,
bajo un cielo que a fuerza de ver siempre sierra y mar,
se olvidó de llorar
"

 

Quien de nuevo se ha confinado, pero ahora aquí, es Ismael Fernandez, el protector/dueño/familia de Baldomera. Ismael es periodista, experto en marketing, fue jefe de prensa de Torremolinos y uno de los principales activos de su Pride y Orgullo LGTBI. También es Ismael el del Festival de Cine de Málaga y el que un día se fue a dar clases de literatura española, así de golpe y a la búlgara, a Sofía. Ahora, por mor de un vídeo por él grabado y colgado solo para sus amigos pero que se hizo enormemente viral trascendiendo fronteras nacionales y continentales. Ismael y Baldomera son ahora reclamados por prensa nacional e internacional, teles, radios.

En las redes sociales ya se le conoce más como Ismael el dueño de Baldomera, la burra mestiza que justo tras terminar el confinamiento nos conmovió a todos con el vídeo donde su dueño, tras meses sin verla, se presenta y el animal (a veces juro que parece una persona con cuatro patas) lo recibe con enormes y prolongados rebuznos que traslucían alegría, lágrimas de emoción y sobre todo mucho amor y cariño. Un tándem, equino-persona, abrazado como los buenos amantes que se encuentran tras una larga separación.

Ismael me recibe y me muestra orgulloso su refugio rural en las alturas desde el que en días claros divisa Sierra Nevada. Si alguna vez la frase tocar el cielo con las manos tiene sentido, ahí, justo ahí, lo tiene... Y comenzamos a hablar, que a eso hemos venido y no al disfrute y regocijo bucólico y contemplativo. El precio de una fama no buscada pero generada por lo mediático e internacional que ha sido el vídeo tiene su coste. Ismael tiene ganas de explicarlo pues su carácter noble, sencillo y a la vez muy formado (periodismo, filología y protocolo entre otros másters y cursos) le obligan a esclarecer rumores, malos entendidos o tergiversación que las noticias, una vez que se disparan en las redes y llegan a la nube desde Australia a Japón pasando por EEUU, India o Países Bajos, son, en ocasiones como esta, incontrolables.

Pero mientras llega ese momento esclarecedor hablamos de la España vaciada, de la filosofía animalista, del mundo LGTBI al que él orgullosamente pertenece y con el que colabora. También dedicamos hueco, como no, a Juan Ramón e incluso de la legendaria Ruta de la Seda donde el burro era fundamental hasta llegar al peligro de especie de extinción en el que se encuentra actualmente.

Pero vayamos a la protagonista que se nos va la olla con la poesía, el periodismo de fakes y la España vaciada. Vayamos a Baldomera. Me advierte Ismael que sí queremos que luego de la entrevista Baldomera "nos hable" no hay que dialogar muy alto pues, aunque está sosegada y complaciente en su espacio idílico y particular zona de confort de la ladera de la casa, a unos cien metros, si nos oye, querrá participar e integrarse en la conversación. Una burra locuaz que es "lista como el hambre" pues en cuanto comienzo a preguntar y digo la palabra mágica, el Shazam Baldomera, me oye y comienza a rebuznar como preguntando quién es ese foráneo o intruso que osa mentarme. Y así entre rebuznos ansiosos, el "quiquiriquí" del gallo, el parloteo de tres periquitos, el ladrido de una perrita adoptada y chirridos de vencejos, transcurre, entre onomatopeyas, la conversación. Y es que parecemos trasladados a un lugar que bien podría denominarse  el "Arca de Ismael".

Me dice el protector de Baldomera que tiene cinco años y que su raza es mestiza española. Vino a su casa porque "estaba predestinada a ser de su familia" y fue como consecuencia de un sueño que el padre tenía. Inmigrantes de interior, la familia de Ismael abandonó El Borge en el 89 para anclar su vida en un Torremolinos turístico más próspero que la realidad del campo ejerciendo de taxista. Sus dos hijos le oían en ocasiones aspirar a que cuando se jubilara su sueño sería volver al pueblo, al campo y tener un burro. Y así fue y así pasó. Al llegar ese momento le compraron a Baldomera cuando el asno tenía tres años. Recuerda Ismael en este momento de la conversación, como de niño su abuelo lo llevaba a lomos de un burro a esta casa desde el pueblo.

Come mucho -Baldomera, no Ismael- pero especialmente un alimento no digerible físicamente que es el cariño. "Baldomera necesita muchísma atención y cariño y ello lo compruebo todos los días. En cuanto me oye abrir la puerta a las seis de la mañana me rebuzna desde los cien metros de distancia en la que se halla. Es su forma de decir estoy aquí, ven a saludarme y dame el desayuno". Y también es glotona. Come paja, pienso pero también le dan su "frutita fresca" y sandía. También testo como devora una especie de mezcla de paja y pienso con frutos secos. Le encantan las zanahorias por kilos. Le gusta que le acaricien aunque tiene tentaciones de que, en un alarde de golpe de supracariño sobrevenido, te meta toda su boca en la mano. Le han cortado el pelo como una especie de dibujo esculpido a lo moderno, como su dueño. "Es una burra muy moderna", me dice.

Llega el momento de ver a la estrella del vídeo y protagonista de la película, Baldomera. Bajamos por un ligero terraplén y llegamos a su morada. Como captarán en el vídeo, el animal muestra su alegría por ver a su amigo, dueño y protector. Pero también le aseguro que en un momento me siento escrutado, radiografiado y casi escaneado por esos grandes ojazos del equino. Creo que se pregunta "¿Quién este tipo forastero?". Y del resto del encuentro con el animal véanlo en el vídeo que mostramos. Y no se pierdan la segunda parte de la entrevista y los vídeos adjuntos. No defraudarán.