Los agentes de la Agrupación de Tráfico, cuya labor es primordial para los ciudadanos afectados por el temporal, en especial los vecinos de municipios aislados y los afectados por los colapsos en carreteras, no cuentan con botas de montaña para la nieve, ni guantes, ni ropa térmica como chaquetones adecuados para su trabajo, según denuncia la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC).

“Los miembros de la Agrupación de Tráfico han afrontado esta tercera alerta por mal tiempo en las peores condiciones imaginables con respecto al material y personal”, denuncia esta asociación de guardias, que asegura que muchos agentes acuden a su trabajo cada día con “ropa prestada por compañeros”.

“El jersey de cuello alto fue descatalogado del vestuario sin que lo hayan suplido con ninguna otra prenda similar. En la DGT esperan que los guardias hagan frente a estos temporales con un simple polo de manga larga, fino, que no aísla del frío”, se queja la AEGC.

Un guardia civil controlando el tráfico en medio de la nieve. EP archivo

Un guardia civil controlando el tráfico en medio de la nieve. EP archivo

La asociación atribuye esta situación a los recortes impuestos por la Dirección General de Tráfico, que fija en un millón y medio de euros, lo que ha incidido en las partidas para material y vestuario.

“La DGT apuesta por los radares sancionadores”

La AEGC critica que la Dirección General de Tráfico “ha apostado por el régimen sancionador con la instalación de radares y menosprecia el trabajo de los guardias civiles, quienes están para socorrer y auxiliar a los ciudadanos y dar la cara en momentos como estos”.

Un agente auxiliando a un conductor. Fuente Ministerio del Interior archivo

Un agente auxiliando a un conductor. Fuente: Ministerio del Interior archivo

AEGC denuncia también la falta de personal, “un problema endémico en la especialidad, porque venir a la Agrupación de tráfico no compensa ni económicamente ni por las condiciones laborales”, y en ese sentido asegura que no se cubren las vacantes, lo que coincide con “un goteo de renuncias al ver los agentes que no se menoran sus condiciones”. Por este motivo, los guardias en activo están teniendo que realizar “casi dos turnos al pie de la carretera”.