La propagación de la gripe aviar ha obligado a sacrificar ya dos millones y medio de gallinas en España y ha llevado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a adoptar la decisión de confinar todas las aves de corral criadas al aire libre. Según vaya evolucionando la situación, ser irán desescalando las medidas, pues según han apuntado desde este departamento se trata de "tener el riesgo bien controlado" sin perjudicar "la actividad económica". 

No es la primera vez que se adopta en nuestro país este confinamiento de las aves a nivel nacional. Ya se hizo en 2022, el peor año en este sentido, cuando se notificaron 36 focos de esta enfermedad viral. Por el momento, en este 2025 llevamos 14. A la preocupación inicial por la subida del precio de los huevos se ha sumado otra mucho mayor entre la población, la de la posibilidad de contagio en humanos. 

"En la actualidad el riesgo de que una persona se infecte es bajo, pero siempre está ahí", explica a ELPLURAL.COM Ursula Höfle, profesora de la Universidad de Castilla-La Mancha y miembro del Grupo SaBio del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), que destaca que "cuanto más virus hay en circulación, más posibilidades existen de que cambie". 

Esta especialista recuerda que el virus está continuamente cambiando y que el mayor riesgo reside en que infecte un huésped 'mezclador', como el cerdo o el hombre, que tengan también un virus humano y se pueda generar una nueva cepa con capacidad de transmisión más eficiente. 

"Existe la posibilidad de que estos intercambien segmentos genéticos y aunque en la mayoría de los casos eso no tendrá consecuencias, porque el virus resultante morirá, en algún momento podría surgir un virus recombinante, que podría suponer un riesgo", expone. 

La doctora Höfle defiende que "es difícil hacer una predicción", pero reconoce que "todos los que trabajamos con virus de gripe sabemos que tarde o temprano esto acabará pasando". "Es una cuestión de tiempo", afirma.

Hasta el momento, lo que ha llegado a haber es alguna mutación de adaptación al mamífero. Hace tres años, hubo transmisión entre visones en una granja de Galicia y en Estados Unidos se ha producido el salto a las vacas. "Son virus que ya tienen algunos cambios que hacen que se replique muy bien en células de las glándulas mamarias", detalla Höfle. 

De momento, en Europa esto no ha pasado y "puede que no llegue a pasar", afirma esta profesora de la UCLM, que tampoco descarta que pueda ocurrir.

Cómo prevenir la infección

A día de hoy, las posibilidades de contagio en humanos son muy bajas. No obstante, es aconsejable adoptar una serie de precauciones. Sobre todo, han de hacerlo aquellas personas que están en contacto con explotaciones de aves. La primera tiene que ver con la desinfección y la higiene. Es importante utilizar guantes y mascarilla y se ha de ser especialmente cauto a la hora de recoger un animal muerto, pues la carga viral en él es muy alta.

Otra medida recomendada es la vacunación frente a la gripe estacional, pues si bien no protege eficazmente frente al virus de la gripe aviar, si permite evitar infectarse de ambos al mismo tiempo y que pueda surgir un virus recombinante.

No hay contagio por alimentos

Esta experta subraya también que no hay riesgo de contagio a través de los alimentos, pues "este virus es muy virulento para las gallinas y no pasa desapercibido". "Cuando entra en una granja hay que matar a muchos animales y se paraliza la instalación., pero además, se recuperan y destruyen los productos que pudieran haber salido durante el periodo de incubación de la enfermedad", aclara. 

Por último, señala la importancia de evitar que una mascota, perro o gato, coma un ave infectada, ya que, aunque es improbable que contagie la enfermedad, pues este sigue siendo un virus aviar no adaptado a mamífero, sí es muy factible que muera por la fuerte carga viral. 

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