En un par de años, alrededor de 170 estudiantes de Farmacia de la Universidad de Santiago de Compostela se graduarán sin haber pisado esta facultad. Esto nada tiene que ver con títulos regalados. Los alumnos habrán cursado todas y cada una de las asignaturas que les corresponden, pero lo habrán hecho en aulas de Psicología, Derecho, Biología o Ciencias Políticas.

En 2015 la facultad de Farmacia de la USC cerró porque peligraba su estructura. "En una junta de facultad se dijo que había un problema de cimentación, no estaba garantizada la seguridad y había que desalojar", recuerda una de las docentes.

Los alumnos, fueron enterándose a través de corrillos. "La noticia se extendió más bien como un rumor", recuerda Marta Alén, una joven estudiante de cuarto, cuya promoción es la última que tiene el 'privilegio' de haber tenido facultad, aunque solo fuera un año. "Cuando se cerró, no hubo una reunión, ni un comunicado. Se habló de que estaría un curso cerrada, pero fue pasando el tiempo y nada cambió", mantiene.

Desde entonces, alumnos y profesores danzan por las distintas instalaciones en las que se les ha dejado un espacio. Con una facultad muerta, bajo el cielo gris y las intensas lluvias del invierno, se desplazan de un punto a otro de un Campus, denominado, curiosamente, Vida.

Los estudiantes están repartidos por cursos y la duración de las clases se ha reducido para que, tanto ellos como los docentes, puedan llegar a tiempo a clase. Sin embargo, no siempre es fácil, cuando, además, hay asignaturas optativas de por medio. "Yo salgo a las cuatro y media de Políticas, y a esa hora empieza otra de mis clases en Psicología", lamenta Alén.

A esta evidente incomodidad hay que sumar otros problemas. Muchas de las aulas en las que están reubicados no están preparadas para este fin. "Hay clases en las que hay gente que tiene que estar de pie y otras en las que no hay calefacción, nos congelamos", denuncia esta estudiante.

A ello se suma que "los chicos no tienen ningún sentido de pertenencia", recalcan algunos de los profesores, opinión que comparte el decano, Francisco Otero, quien asegura que "las relaciones entre los estudiantes de distintos cursos son inexistentes".

Laboratorios en estado lamentable

Para lo único que los alumnos pisan la facultad es para asistir a las prácticas de laboratorio. Dado que los que se hicieron más recientemente están en la parte cerrada, se han habilitado los antiguos, los cuales están en "estado lamentable". En esta parte, las tuberías estaban podridas, por lo que, al principio, "sufrimos hasta tres inundaciones", denuncian los docentes.

Sin planes, ni proyecto

Según explica a ELPLURAL.COM el decano, el edificio está afectado por dos tipos de problema, uno de estructura, "que en teoría creo que lo tienen arreglado", y otro de contaminación del subsuelo "que lo están intentando subsanar".

Hace seis años que el departamento de farmacología tuvo que trasladarse por contaminación de hidrocarburos. Algunos profesores llegaron a experimentar efectos sobre su salud como picor de ojos y sarpullidos en la piel.

Sin embargo, el, desde hace dos meses, responsable de esta facultad, confía en el nuevo equipo de gobierno de la USC. Asegura que tiene "muy buena comunicación" con él y que "tiene intención de solucionarnos el problema". "Están evaluando cómo lo van a hacer", afirma. "Imagino que están buscando financiación", añade, pese a que reconoce que "no tener edificio es muy frustrante".

Este medio, no obstante, ha contactado con el Rectorado y este no parece tenerlo tan claro. Conocedores del problema, aseguran entender "el inconveniente que ha generado para el alumnado". "Tratamos de que tenga el menor alcance posible. Por encima de todo y como prioridad absoluta, nuestro objetivo es seguir manteniendo el grado de calidad de la docencia impartida en el grado de Farmacia", sostienen.

Asumen que la obra está parada por condicionantes económicos y aseguran que "actualmente, estamos trabajando para abordar la finalización de la obra en los menores márgenes de tiempo posible", pero, subrayan: "No podemos detallar plazos concretos".


La Xunta se desentiende

La Xunta tampoco aporta soluciones y se desentiende. Al ejecutivo regional no parece importarle que más de mil estudiantes estén sin facultad. Desde la Consellería de Educación, Universidade y Formación Profesional han contestado a este medio que "la Universidad es autónoma para gestionar las reparaciones de sus edificios a través de su Servicio de Arquitectura". Por tanto, añaden, "este asunto excede las competencias de la Consellería".

Llamada a la movilización

Mientras, los alumnos han dicho basta.  Después de un importante ejercicio de paciencia, los estudiantes han decidido movilizarse.  Lo intentaron hace un par de meses, pero se les pidió tiempo, porque estaban en marcha las elecciones al Rectorado. Ahora ya han pasado dos meses y "no queremos esperar más", afirma Alén.

El próximo jueves 28 de febrero a las 12.00 horas llevarán a cabo una movilización frente a su facultad cerrada. No estarán solos. También los profesores se sumarán a su protesta.

El decano ha afirmado a este medio que no podrá asistir, porque tiene una reunión con el equipo rectoral a esa hora, pero que "los alumnos saben que les apoyo".

Incertidumbre total

Administraciones, docentes y alumnos coinciden en resaltar que la facultad de Farmacia de la USC es la única existente en el sistema gallego y en el norte de España, lo que la convierte en una de las que más alumnos de otras regiones recibe. Es también un centro de referencia en muchos de los ránking que se publican y el campus en el que se ubica presume de excelencia.

Sin embargo, más de mil estudiantes llevan sin aulas tres largos años y, por el momento, nada indica que exista una visión clara de cómo solventarlo.