La primera parte de los Premios Princesa de Asturias 2025 ha dejado imágenes para el recuerdo, no solo por el talento y la emoción de los galardonados, sino también por un pequeño gesto que ha acaparado las redes sociales. Dura apenas cuatro segundos, pero la escena protagonizada por la infanta Sofía y la reina Letizia durante la ceremonia dice mucho más de lo que parece a simple vista.

En medio de los discursos de los premiados, las cámaras que retransmitían el evento captaron cómo la hija menor de los reyes, sentada junto a su madre, realizaba un discreto movimiento bajo la mesa para llamar la atención de Letizia. No se aprecia con claridad si la joven toca la mano o la pierna de la reina, pero el gesto, natural y espontáneo, ha desatado toda clase de interpretaciones: desde un signo de ternura y complicidad hasta una cariñosa advertencia para que su madre volviera a concentrarse en el acto.

Los Premios Princesa de Asturias, que cada año convierten a Oviedo en el epicentro cultural del país, son también una de las pocas ocasiones en las que la familia real se muestra al completo y en un tono más distendido. Lo cierto es que la escena ha conmovido a los espectadores por su sencillez y humanidad. En un contexto donde cada gesto de la familia real se analiza al milímetro, este breve momento ha mostrado la naturalidad y cercanía que, según los expertos en Casa Real, caracteriza a la relación entre Letizia y sus hijas. 

Un acto marcado por la emoción y el humor

El gesto se produjo durante una de las intervenciones más esperadas de la jornada: la del escritor Eduardo Mendoza, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025, cuyo discurso combinó emoción, humor y una dosis de ironía muy propia del autor barcelonés. “Los amigos, a los maestros, a las personas que me han querido o me quieren, a mi mujer y a mis hijos, a mi familia, a mis editores, a mis agentes, a tantas, tantas personas que no necesitaría tres o cuatro minutos, sino tres o cuatro horas. Lo demás es mérito mío, ya está bien de modestia”, dijo entre las risas del auditorio, incluido el propio rey Felipe VI.

Mendoza también dedicó unas palabras de recuerdo a Joan Manuel Serrat, premiado el año anterior: "Hace un año justo, en este mismo lugar, mi amigo Joan Manuel Serrat acabó su intervención cantando una hermosa canción, como seguramente ustedes preferirán que yo no lo haga, solo me queda expresar una vez más, sinceramente conmovido, mi gratitud". Su intervención, llena de elegancia y sentido del humor, fue uno de los momentos más comentados de la ceremonia, aunque acabaría compartiendo protagonismo con el pequeño gesto familiar captado por las cámaras.

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