El lugar donde nacemos no debería determinar la salud que vamos a tener. No debería, pero lo hace. Sufrir una cardiopatía en África supone prácticamente una condena a muerte. Sin embargo, el 90% de los enfermos de corazón tendrían una tasa de curación cercana al 100% si fueran tratados en España. Mientras que en el mundo occidental se opera a aproximadamente a 800 personas por cada millón de habitantes, allí la cifra se reduce a 60.

 

El 90% de las cardiopatías en pacientes africanos tendrían una tasa de curación cercana al 100% si fueran tratados en España

La Fundación Recover lleva 12 años luchando para que desaparezcan estas diferencias. “Sé que es un brindis al sol, pero queremos revertir la frase de que el lugar donde nacemos determina la salud que vamos a tener”, nos explica Chus de la Fuente, la directora de esta singular ONG que trabaja para hacer accesible una sanidad de calidad en los diferentes países de África en los que están presentes.

ENTREVISTA CON CHUS DE LA FUENTE

PREGUNTA: ¿Cómo surgió la Fundación Recover?
Chus de la Fuente: Un grupo de profesionales del sector sanitario, conscientes de las dificultades en África deciden montar una fundación para hacer algo por la sanidad en África y contactan con una misionera española que, a su vez, está intentado montar un dispensario en Yaundé, en Camerún. Así es como surge Recover, que empieza su andadura apoyando el proyecto de la misionera.

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Trabajáis para revertir la premisa de que el lugar donde nacemos determina la salud que vamos a tener. ¿Hasta qué punto esto es determinante en África?
Es un continente que soporta el 24% de la carga de enfermedad mundial. Se piensa en enfermedades como la malaria, VIH o tuberculosis, que las hay, pero hay muchísimas más. El 87% del paludismo está en el África Subsahariana. En Camerún, el índice de VIH es del 4%, según los datos oficiales. Sin embargo, hay centros con los que colaboramos que está en el 15%. Son países donde la estructura sanitaria es muy complicada y es muy difícil avanzar con una estructura así: si hay un médico, es generalista y tiene que saber un poco de todo o muy poquito de cada cosa. La mayor parte del trabajo la llevan enfermeras y enfermeros. Es muy difícil tener acceso a una sanidad de calidad en África, donde sólo están el 3% de los profesionales sanitarios y el 1% de la financiación. Eso es absolutamente demoledor. ¿Qué aconseja la OMS? Por ejemplo, utilizar plataformas de telemedicina, algo que ya estamos haciendo en Recover con el programa Salud 2.0. Es una manera muy económica y, a la vez, muy efectiva de llegar a los profesionales sanitarios para ayudarles. ¿Inconvenientes de una plataforma de telemedicina? Pues que la conexión a internet no es la misma que la que tenemos y acceder a un portátil o un ordenador es complicado aun siendo médico o enfermera en un hospital. Sí tienen acceso a smartphones, pero no es lo mismo que hacerlo con un ordenador.

“Sé que es un brindis al sol, pero queremos revertir la frase de que el lugar donde nacemos determina la salud que vamos a tener”

¿Con qué tipo de dificultades os encontráis para poder llevar a cabo vuestros programas?
Nos encontramos con muchísimas trabas en el Programa de Pacientes, dedicado a traer a España pacientes africanos que no pueden ser operados allí. La primera cuestión y más fundamental está resuelta, que es tener un grupo hospitalario como Quirónsalud, que se hace cargo de la intervención. Las dificultades vienen a la hora de traer a esa persona a España porque no tienen pasaporte o ni siquiera existe en un registro oficial, algo muy común allí. Por ejemplo, en Benín el 75% de los niños no están registrados. Una vez conseguimos darle existencia en su país, tenemos que conseguirle un visado, que es complicadísimo. Nos obligan a comprometernos a que esta persona vuelva y nos exigen todo tipo de papeles. Los trámites y la burocracia son tremendos y nunca sabemos cuándo vamos a poder traerlos, a veces pasan meses. Pese a las dificultades hemos conseguido traer a 150 personas, principalmente jóvenes y niños, procedentes de diferentes países de África para ser intervenidas de diversas patologías en centros hospitalarios de referencia en España.

Gonzalos Aldámiz Echevarría, en el centro, es cirujano voluntario de Fundación Recover

Gonzalo Aldámiz-Echevarría, en el centro, es cirujano voluntario de Fundación Recover y Jefe del Servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital Universitario de la Fundacion Jiménez Díaz y del Hospital Quiónsalud Albacete. Ha intervenido de diversas patologías cardíacas a alrededor de 80 pacientes del programa

“Nos encontramos con muchas dificultades para traer a una persona a España porque no tienen pasaporte o ni siquiera existen en un registro oficial”

¿Cómo es el trámite para la selección de pacientes?
Siempre elegimos a los que tienen mayor esperanza de vida y muchas veces nos toca decirle que no a personas que aquí les operarías. Otro motivo a tener en cuenta es el riesgo de la intervención y que la patología que sufran se pueda resolver en dos o tres meses, que es el límite que nos ponemos. La selección de pacientes siempre es muy dura.

¿Surgen muchos imprevistos?
La plataforma de Telemedicina nos ayuda en la selección, porque se pueden ver pruebas y el médico de aquí puede hablar con el médico de allí, pero cuando llegan aquí te encuentras con que no estaban ni tan bien ni tan mal como se esperaba.

Muchas veces las pruebas que se hacen no son fiables. El año pasado nos llegó un paciente de Chad que tenía una operación de cadera y luego tenía una drepanocitosis, una enfermedad de la sangre que va deteriorando los huesos y todo el sistema nervioso. Al final tuvimos que operarle de las dos caderas y ponerle tratamiento a su enfermedad. Llegó en silla de ruedas y se fue andando, eso sí, siete meses después.

 

“África soporta el 24% de la carga de enfermedad mundial y sólo cuenta con el 3% de los profesionales sanitarios y el 1% de la financiación”

¿Lleváis también equipamiento o medicinas allí?
Es preferible comprar allí todo lo que se pueda, porque contribuyes al desarrollo local y, si ese aparato falla, tienes un equipo de mantenimiento al que recurrir. En ocasiones recibimos donaciones, tanto de Grupo Quirónsalud o de otras entidades sanitarias. Los envíos suelen en barco y son frecuentes los problemas con la Aduana. Te retienen la mercancía y te cobran por cada día que pasa. La semana pasada hicimos un envío de una donación de medicamentos por avión. Puede parecer más caro que el barco, pero los medicamentos requieren unas condiciones especiales.

Vuestra idea no es generar dependencia, sino todo lo contrario, autonomía. De ahí que contéis con un programa de formación. ¿En qué consiste?
 Está también desde el inicio, dentro del programa de Hospitales, Telemedicina y el de Pacientes. Contamos con médicos voluntarios que viajan al terreno y forman a profesionales de allí y les ayudan a identificar pacientes. Lo que hemos hecho este año es visibilizarlo y focalizar ahí la atención: en la necesidad de formar a profesionales para cambiar la vida de miles de pacientes que verán convertida esa formación en una atención sanitaria de calidad.

Con socios que contribuyan con 10 euros al mes podemos formar a 30 personas en dermatología.

¿Qué tipo de formación reciben?
Lo más caro es formar especialistas y ojalá pudiéramos hacer más. Estamos pagando cuatro años de formación en Senegal a una médica generalista que quiere convertirse en pediatra y ejercer después en Camerún.

Queremos que el hospital San Martín de Porres de Yaundé, con el que empezamos hace doce años, sea nuestro hospital-escuela y tenemos ya una campaña en marcha en la que están colaborando otros seis hospitales en Camerún.

Además, vamos a enviar a una voluntaria experta en Dermatología para que forme a 30 personas en un centro hospitalario de Camerún que cuenta con instalaciones adecuadas para ello. Los problemas dermatológicos en África son recurrentes así que es una especialidad muy necesaria.

En Recover apuestan por el efecto multiplicador de la formación para transformar la vida de las personas
En Recover apuestan por el efecto multiplicador de la formación para transformar la vida de las personas, de ahí la importancia de sus programas de formación
 

“Nos cuesta muchísimo hacer socios. En realidad, son 30 céntimos al día y se podría hacer con ello tantas cosas…”

Para financiar todo esto necesitáis 88 socios que paguen 10 euros mensuales…
Sí, pero nos cuesta muchísimo hacer socios. En realidad, son 30 céntimos al día y se podría hacer con ello tantas cosas...

¿No sería más fácil tener donantes esporádicos?
Todas las donaciones son súper bienvenidas. El problema es de equilibrio presupuestario que es lo que te permite planificar el año siguiente. Los socios representan los fondos asegurados.

¿Cómo está organizada Recover?
Somos nueve personas, una de ellas está en África y el resto en Madrid. Hay además mucho trabajo de voluntarios, entre ellos médicos que viajan al terreno para identificar a los pacientes que posteriormente operan aquí. Eso nos soluciona un montón ya que si tuvieran que estar en nuestra estructura sería inviable. También contamos con 50 voluntarios en la plataforma de Telemedicina y voluntarios de Pacientes, que les atienden y acompañan cuando vienen a España. Es un grupo de aproximadamente 15 personas.

¿Cómo son los pacientes que traéis?
Muy agradecidos. Acabas cogiéndoles muchísimo cariño. Una de nuestras primeras pacientes vino con 26 años de Burkina casi sin ilusión porque tenía una cardiopatía. La operación cambió su vida: estudió biología, es madre… Nos importa no sólo cómo cambió su salud sino también cómo cambió su vida. O Ronald, un camerunés que vino en silla de ruedas y volvió andando. Ahora es policía y se ha casado. Otra camerunesa que estuvo el año pasado porque tenía una rodilla torcida de nacimiento y no podía estar sin muletas. Con 22 años ya había asumido que su vida era esa, pero se fue sin muletas y vive ahora encantada.

Tenemos mucha suerte de haber nacido en un país como el nuestro
Sí. Nuestra realidad es muy distinta. Ojalá pudiéramos traer a mucha más gente o mejor, que el programa no existiera. Nosotros mismos nos lo preguntamos a veces. ¿Por qué se traen a tantos pacientes de cardiopatías, no se pueden operar allí? Le hemos dado mil veces vueltas. A la larga saldría más barato. Pero cómo se hace. ¿Atenderá a todos los países de África? ¿Vas a resolver algo? Los cirujanos te dicen que operar de corazón exige estar operando continuamente operando, manejando la vista y las manos para no equivocarte. Si no eres capaz de mantener un volumen suficiente de operaciones no lo vas a hacer bien. Aparte son las condiciones higiénicas. ¿Qué pasa cuando saco a un paciente del quirófano? Estamos hablando de otra realidad diferente y va a querer irse a su casa donde no va a tener esas condiciones higiénicas.

“Es una oportunidad poder ser voluntario. Es verdad que exige un esfuerzo, pero te engancha”

¿Cómo se puede colaborar con Recover?
Socios para poder planificar nuestra misión. Parece que estoy solo pensando en eso pero es muy importante. Por supuesto nos pueden apoyar de mil maneras, dándonos voz o como voluntarios. En la Fundación hay muchas horas de trabajo de muchas personas, no sólo profesionales de la sanidad, aquí hay trabajo para todos.

Algunos de los voluntarios con los que habéis trabajado hablan de gratitud y de regalo. ¿Es un privilegio poder ayudar de esta manera?
Es así, cualquiera que haya sido voluntario alguna vez en su vida así te lo transmitirá. Yo lo he sido, lo soy, este verano volveré a serlo y realmente tú te llevas mucho más. Es una oportunidad poder ser voluntario. Es verdad que exige un esfuerzo, pero te engancha.