Nunca el bombardeo de Gernika ha sido olvidado de los negros recuerdos de nuestra historia. Una masacre contra la población civil perpetrada conjuntamente por la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana junto al bando franquista sublevado contra el legítimo gobierno de la Segunda República Española, no puede olvidarse jamás… ni puede ni debe olvidarse. Gernika fue un banco de pruebas del nazismo, una especie de maniobras experimentales para posteriormente aplicarlos en su escalada bélica durante la II Guerra Mundial.

Las víctimas de Gernika por los ataques de La Legión Cóndor -fuerza aérea que el III Reich envió en ayuda de Franco- y las unidades aéreas enviadas por la Regia Aeronáutica italiana - “regalo” de Mussolini a los sublevados durante la contienda española desde agosto de 1936 hasta el final de la guerra- fueron población civil y el blanco de las bombas fue el 80% del municipio de la simbólica localidad vasca y no centros militares o de importancia logística. Curiosamente tanto el puente como una fábrica de armas, enclavada en las afueras de la ciudad, resultaron intactos.

Discrepancias en los datos de fallecidos

Los historiadores no se ponen de acuerdo en el número exacto de víctimas mortales. Según documentos originales de 1937, unidos a otros testimonios posteriores, se podría cuantificar entre 654 muertos y 889 heridos. Otros como Xabier Irujo, codirector del Center for Basque Studies de la Universidad de Nevada y autor de un reciente estudio sobre el tema, cifra el número de fallecidos en torno a los 2000. Hugh Thomas calculó entre 100 y 1600, aunque escribió que lo más probable fueran 1000 las víctimas letales. Otros datos indicarían entre 250 y 300 los fallecidos. En todo caso si hay consenso en algo y es que se trató de una terrible matanza sobre la población civil.

Francó intentó falsear la historia desde la misma noche del bombardeo

Los intentos para falsear la historia y para crear un marco de posverdad comenzaron prácticamente desde la noche del 26 de abril de 1937, fecha del bombardeo. Los franquistas atribuyeron la matanza a los republicanos. Algo similar también hicieron con otras acciones sanguinarias como las efectuadas cerca de Gernika, en Éibar e Irún. La prensa del momento afín al bando “nacional” tituló como “Barbarie marxista en Guernica” o “No hubo bombardeo de Guernica y sí destrucción por parte de los rojos”, mientras otros acusaban directamente a las “hordas rojas” de haber incendiado y destruido la localidad. Destacó también el diario ABC al servicio de aquellas fake news y bulos al publicar que fueron “los separatistas los que han incendiado Guernica, con una morosa perversidad de sacrílegos”.

La prensa internacional certificó la autoría del bombardeo

Afortunadamente, la presencia allí de periodistas británicos que fueron testigos de lo sucedido dejaron meridianamente claro quiénes fueron los verdugos y quiénes las víctimas. A la difusión de la verdad contribuyó también el artista malagueño Pablo Picasso con su mural expuesto en París y paseado por el mundo denunciando lo que ocurrió.

En Núremberg se reconoció la autoría y Alemania pidió perdón en 1997

Un golpe de clarificación contundente vendría 60 años después. En 1997, Roman Herzog, a la sazón presidente de Alemania, leyó una carta a los supervivientes del bombardeo por el embajador alemán en España con motivo del aniversario. En la misiva pidió públicamente perdón por la manifiesta autoría alemana del bombardeo. El máximo responsable de la aviación nazi en 1937, Hermann Göring, en su declaración en el juicio de Núremberg dijo que el bombardeo de Gernika posibilitó a la fuerza aérea alemana “probar si el material había sido desarrollado apropiadamente”. Una asunción de la autoría de quienes destruyeron Gernika.

Como se ve los intentos de falseamiento o de reescribir la historia del fascismo español y de la guerra civil no son nuevos. Comenzaron desde la misma noche de la masacre.

Franco ordenó lanzar dos falsedades sobre el bombardeo

El mencionado Xabier Irujo como recoge Newtral.es mantiene que “Franco ordenó que se difundieran dos mentiras: que Gernika nunca había sido bombardeada y que se denunciara el sistemático incendio por parte de los rojos en su retirada”.

La Iglesia también participó en los bulos

La Iglesia católica fue otro elemento usado por los sublevados para intentar de imputar la destrucción y el bombardeo de Gernika a los propios republicanos, además de justificar la matanza. Todo ello con el conocimiento perfecto de lo ocurrido por el propio cardenal primado Isidro Gomá. De hecho, el canónigo Alberto Onaindía le remitió una carta informándole de “crimen horrendo” causado por las bombas.

Zelenski: "Estamos en abril de 2022, pero parece abril de 1937 en Gernika"

Que la historia se repite es un algo bastante cierto. Como recordó el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, el 5 de abril ante los parlamentarios españoles y el Gobierno de la nación en el Congreso por videoconferencia: "Estamos en abril de 2022, pero parece abril de 1937 en Gernika". Pero también se repiten, ahora con más virulencia, los bulos, el falseamiento de la historia, el negacionismo o las fakes news. Los intentos del franquismo por “tapar” la verdad de la barbarie del bombardeo a la villa vasca, nos recuerda la estrategia de Putin ante las masacres que está produciendo el ejército ruso en Ucrania.

Vox hereda y replica el negacionismo franquista sobre Gernika

Los negacionistas del franquismo, 85 años después, en el aniversario de la masacre, resurgen ahora desde la ultraderecha representada por Vox. Solo un botón sirve de muestra. Tras la intervención del presidente ucraniano ante los diputados españoles, el eurodiputado de la formación ultra, Hermann Tertsch, lanzó el siguiente tuit: “Zelenski, nacido en la URSS, no tiene culpa de no saber que la iconografía de Guernica es pura propaganda de guerra. Ni que en Guernica murieron menos que en un ataque a cualquier pueblo en Ucrania. Sabe de la guerra civil según Stalin y nuestros colegios”.