El conjunto blanco, a través de un comunicado, ha informado del fallecimiento de su presidente de honor. “El Real Madrid, su presidente y su Junta Directiva lamentan profundamente el fallecimiento de Amancio Amaro, presidente de honor y una de las grandes leyendas de nuestro club y del fútbol mundial”, comenzaba el sobrio escrito en la web del equipo merengue, que traslada sus condolencias y todo el “cariño” a su esposa Consuelo, “a sus hijos, a su hermano, a sus nietos y a todos sus familiares y sedes queridos”.

Amancio, nacido en La Coruña, aterrizó en el Paseo de la Castellana en 1962, procedente del Deportivo. Desde entonces y hasta 1976 defendió la elástica merengue, absorbiendo los “valores” del madridismo y transmitiéndolos por doquier, siendo un “ejemplo para todo el mundo del deporte”.

En 1966, tras seis años de sequía, Amancio y el Real Madrid conquistaron la sexta Copa de Europa en el estadio de Heysel (Bruselas, Bélgica), en una final que se llevó el equipo blanco por 2-1 frente al Partizán de Belgrado. El gallego, de hecho, anotó el primero de los dos tantos que llevarían a los merengues a recuperar el cetro continental.

Líder del Madrid de los 'yeyés'

Pero además del éxito europeo, Amancio sumó a su palmarés 9 Ligas y 3 Copas de España con la elástica madridista, disputando 471 partidos en 14 temporadas y anotando un total de 155 goles. El gallego consiguió en dos ocasiones la distinción de máximo realizador de la Liga. “Junto a Paco Gento, lideró el Real Madrid posterior al de las cinco Copas de Europa consecutivas, y representa los valores que han forjado la historia de nuestro club”, reza el escrito.

Sus éxitos no solo se circunscriben al Real Madrid. Amancio tuvo un peso importante en la Selección nacional. El gallego fue integrante de aquel equipo que conquistó la primera Eurocopa de la historia del fútbol español frente a la Unión Soviética en el Santiago Bernabéu en el año 64, además de formar parte del combinado mundial de la FIFA que en 1968 disputó un encuentro amistoso contra Brasil en Maracaná. “Toda una leyenda del fútbol español”, apunta el comunicado del conjunto blanco.

Tras colgar las botas, Amancio inició un periplo como entrenador, iniciándose en el Real Madrid Castilla (filial del club merengue), con el que conquistó el campeonato de Segunda División en 1984. Es el único filial de un club de fútbol español que lo ha conseguido hasta la fecha. Bajo sus órdenes también se forjó una de las generaciones de canteranos más importantes de la historia de la historia del club: la Quinta del Buitre.

“Será recordado por todos los madridistas y por todos los aficionados al fútbol como uno de los grandes mitos de este deporte. El Real Madrid hace extensivas sus condolencias a todo el madridismo. Descanse en paz”, concluye el comunicado publicado en la web del club.

 

Cuidado a las leyendas

Desde su llegada a la cúspide del club, Florentino Pérez ha querido rodearse de las leyendas que contribuyeron a edificar la inabarcable historia del Real Madrid. Recuperó el puesto de presidente de honor del club blanco, donde situó a Alfredo Di Stéfano en primer lugar. Después, tras la muerte del mito hispano-argentino, fue el turno de Paco Gento, hasta su fallecimiento a principios del año pasado, cuando fue Amaro el que recogió el testigo de La Galerna

 

Más allá de su nombramiento, Amaro siempre estuvo muy cerca de Florentino Pérez, desde el primer momento que dio los primeros pasos para luchar por la presidencia del club. Un tándem profesional que se converitría en una férrea amistad. Cuando solo era candidato al trono blanco, el empresario ya entendía a la perfección la dimensión de los mitos del club. Por ello, incluyó a Amancio como asesor, antes de incluirlo en su Directiva, para pasar a ser embajador y, en último término, presidente de honor del Real Madrid. Donde fuera, pero siempre a la vera del presidente. 

 

"Mi relación con Florentino viene de unos amigos comunes. Yo tenía confianza en él y apoyé su candidatura. Mi pensamiento es que el Real Madrid ha tenido suerte de encontrarse en el camino a Florentino", precisó el gallego en una ocasión que le preguntaron por la estrecha relación entre ambos. De hecho, uno de los momentos imborrables para el ya presidente madridista fue cuando Amancio, en calidad de presidente de honor, le hizo entrega de la insignia de oro y brillantes por sus sesenta años como socio.