En 2011 el Patronato de la Fundación General de la Universidad de Alcalá (FGUA) fundó el Instituto Quevedo de las Artes del Humor (IQAH), que se define como un centro de estudio, difusión e investigación del humor, en todas sus facetas.

El cometido que tiene es ser una entidad pionera dentro del ámbito universitario-social teniendo en cuenta la importancia del humor, incluso más allá de las fronteras. “El humor satiriza, caricaturiza y relativiza nuestra compleja sociedad, formalizada y pretendidamente correcta, en donde conviven mil sensibilidades distintas. El humor es útil e imprescindible para evidenciar y cuestionar con ironía los aspectos ridículos de esas formalidades y correcciones”.

Desde el Instituto Quevedo de las Artes del Humor han querido poner de manifiesto que desde hace un tiempo se percibe “una alarmante y polarizada propensión a la ofensa ante la práctica humorística como elemento de critica y nos preocupa la amenaza latente de regreso a tenebrosas épocas pasadas de la mano censuradora de lo políticamente correcto”.

Pero claro, ¿dónde están los límites del humor? ¿allí donde se encuentran los de la tolerancia? “El humor es la prueba del algodón de la libertad de expresión, fundamental concepto en una sociedad emancipada y democrática”.

Por eso el IQAH ha emitido un comunicado bajo el lema “La tolerancia por bandera” con el objetivo de apelar a la “civilizada tolerancia” mientras hacen un “llamamiento en defensa de la sanadora ironía y reivindicamos el arte inteligente y responsable de practicarla con libertad”.