La Agencia Estatal de Meteorología, conocida por sus siglas AEMET, ha comunicado a través de sus redes sociales una de las noticias más esperadas por los españoles: se avecinan lluvias. Las predicciones sobre el siguiente trimestre pronostican un aumento de presencia de lluvias con respecto a años anteriores en esta época del año.

El Niño, un fenómeno climático relacionado con el calentamiento gradual del océano Pacífico, será clave en el desarrollo de las temperaturas en todo el planeta. Es más, su efecto afectará en concreto a el sureste asiático, que experimentará un aumento de sequías. Asia y el norte de Sudamérica sufrirán el mismo efecto del fenómeno. Sin embargo, en el sureste de América y el este de África se esperan lluvias. Según el resultado de las previsiones de Copernicus, Europa experimentará fuertes lluvias por encima de la media. El sur del continente tiene entre un 40% y 50% de probabilidad de lluvias. Por supuesto, España será una de las partes del mapa europeo afectadas por dicho pronóstico.

Las altas temperaturas no cesan

“En la predicción de temperaturas de Copernicus para el trimestre agosto. Septiembre-octubre, llama la atención que en la práctica totalidad de las tierras emergidas el planeta (y en buena parte de los océanos) hay una alta probabilidad de que sea más cálido de lo normal”, rezaba el tuit publicado en la cuenta oficial de la AEMET el pasado 12 de julio.

La publicación está acompañada de un mapa en el que se muestra el pronóstico de las temperaturas en todo el mundo donde el color predominante es el rojo (hace referencia al aumento notable de temperaturas en los próximos meses en comparación con el trimestre anterior).

“Si nos acercamos a Europa, vemos que hay una probabilidad de entre el 50% y 70% de que el próximo trimestre se sitúe entre la quinta parte de los más cálidos registrados en el periodo de referencia 1993-2016”, se leía en el hilo de Twitter.

Según la información proporcionada por el Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea, la probabilidad que Europa experimente un aumento de temperaturas notable en el próximo trimestre son muy altas.

La sequía persiste

A pesar del anuncio de la AEMET que tanto ha alegrado a los españoles, lo cierto es que la lluvia no servirá para frenar la sequía que afecta gravemente a cientos de embalses y espacios naturales del país. ¿La razón? Por un lado, el volumen de las precipitaciones no es alto. Para poder observar una mejora de la sequía, tendría que llover de forma medianamente constante por varios meses y con precipitaciones por encima de la media.

Un segundo elemento a tener en cuenta es el tipo de lluvia. Las precipitaciones que España ha experimentado antes del verano se conocen como convectivas, es decir, que la cantidad de lluvia es elevada pero el tiempo que estas persisten no es suficiente para paliar el problema. El único beneficio posible de este tipo de precipitaciones es que las enormes cantidades de agua de lluvia contribuyen al aumento del caudal de ríos y embalses.  

Cómo está afectando la sequía a España

La sequía en España ha sido una de las principales preocupaciones de las últimas décadas. Su ubicación geográfica y clima mediterráneo no favorecen la abundancia de agua y la escasez de esta tiene consecuencias muy negativas para diversos sectores como el agrícola, que es uno de los más influyentes en la economía española. El parque natural de Doñana ha sido uno de los más afectados por este elemento, ya que, en muy poco tiempo, más de la mitad de sus lagunas han desaparecido. En este caso, la situación se ha visto aún más empeorada por la instalación de sistemas de regadíos legales e ilegales apoyados por la Junta de Andalucía.

Entre las regiones más afectadas por el aumento de las temperaturas y la sequía se encuentran Murcia, donde los animales silvestres se ven con la obligación de desplazarse a los cultivos para alimentarse pues su entorno natural no dispone del agua y las condiciones necesarias para llevar a cabo dicha actividad.

Extremadura es otra de las grandes protagonistas de esta lucha, pues sufre fuertes sequías desde 1970. En Cataluña, la producción de vino y aceite se ha visto afectada por la escasez de agua, y la Comunidad Valenciana también ha tenido problemas con el cultivo de uno de sus alimentos más populares, las naranjas, haciendo que el sector agrícola experimente una pérdida de empleos importante.