Distintas organizaciones ambientales se reúnen en Bruselas con el comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius para que la Comisión redoble la protección de Doñana. Las organizaciones respaldan su llamada de auxilio con más de 260.000 firmas de ciudadanos europeos contra la ley que se tramita en el Parlamento de Andalucía.

Ecologistas en Acción, Salvemos Doñana, SEO/BirdLife, WeMove Europe y WWF son las entidades que protagonizan este nuevo intento por detener la Proposición de Ley (PL) que, desde hace meses, impulsan en Andalucía PP y Vox para legalizar hectáreas de regadío que vienen extrayendo agua del subsuelo de manera ilegal desde hace años.

El Comisario comparte la preocupación de los miles de firmantes por el futuro de Doñana, ha dicho durante el encuentro con los ecologistas, y califica a Doñana como uno de los lugares más importantes de la Red Natura 2000. Sinkevičius afirma que el futuro de la agricultura solo será posible mediante la conservación correcta de los acuíferos.

La comisión de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda del pasado 13 de junio en el Parlamento de Andalucía reflejó la distancia sideral que separa a los posicionamientos de los movimientos ambientalistas de la Junta de Andalucía de Moreno Bonilla, a quien sí respaldan algunos sectores de la agricultura y empresariado onubense. Sin embargo, aquel intento por enmendar la polémica Ley de regadío, que viene vertebrando la lid electoral desde hace meses, quedó en nada. Enmiendas como las de WWF han caído en saco roto.

Así, ahora los movimientos y asociaciones ecologistas acuden a Bruselas para que las instituciones europeas presionen a las administraciones españolas a fin de evitar el “atentado ecológico” que podría terminar por colapsar la mayor joya ambiental de la península Ibérica. Tras la reunión con el comisario europeo, las entidades recalcan que la ley de Moreno Bonilla es “una auténtica burla a la normativa y a las autoridades europeas, así como a la sentencia del Tribunal de Justicia Europeo (TJUE)” de 2019.

Sinkevičius ha recordado la multa ya existente de la Justicia Europea que obliga a tomar medidas para preservar el humedal. El cumplimiento de la resolución del TSJUE es una prioridad para la Comisión, amenaza. No en vano, la Junta de Andalucía ya recibió una carta del comisario en marzo. En ella, Bruselas manifestó su sorpresa y malestar por el hecho de que, en lugar de adoptar medidas para resolver la sobreexplotación del acuífero de Doñana, se pretendiera aprobar una normativa en dirección opuesta.

La Comisión ya explicitó que no paralizar este tipo de iniciativas legales acabaría con una denuncia por incumplimiento de la directiva de agua y hábitats ante el Tribunal de Justicia Europeo. Junto a Unesco –que también amenazó con retirar el calificativo de Patrimonio Universal a Doñana– Bruselas lidera la incredulidad internacional por la legalización de regadíos en la Corona Norte de Doñana en plena sequía.

Las amenazas de Bruselas son dignas de tener en cuenta. Además de una segunda multa, y por idénticos motivos a la de 2019 del TJUE, puede haber sanciones adicionales que emanen del Estado español. Pero, sobre todo, la PL de Moreno Bonilla pone en riesgo los Fondos Europeos ya concedidos. Andalucía es destinataria de 82 millones de euros de dinero para preservación de espacios litorales y recursos hídricos.

Relatos políticos por encima de la realidad

La Ley del PP y Vox ha sido respaldada por un amplio sector de regantes de Huelva, pero no son todos. La Junta de Andalucía cuenta con más silencios que aplausos. El mejor ejemplo es el Consejo de Participación, la entidad que reunía la gobernanza y consensos ambientales, económicos y sociales de Doñana. El Consejo que preside Miguel Delibes fue puenteado en la creación de una PL que llegó al Parlamento mediante una vía de una urgencia que, ahora, se diluye en el tiempo a merced de la agenda electoral.

Entidades universitarias, científicas y ambientales vienen trabajando por paralizar la legalización de regadíos que sigue adelante con su proceso legislativo y que podría terminar por “amnistiar hasta 1.900 hectáreas de fincas ilegales alrededor de Doñana”, denuncian los ambientalistas. Aunque, en sede parlamentaria, Moreno Bonilla rebajó el espacio afectado por su Ley a cerca de 800 hectáreas.

Los óptimos resultados electorales impulsan a Moreno Bonilla que mantiene, a pesar de todo, un obstinado pulso que le enfrenta a Madrid, Bruselas, gran parte de la sociedad civil y hasta a la Nasa, que respaldó las denuncias de los científicos del CSIC con las imágenes satelitales que vincula la presión sobre el acuífero de Doñana con la agricultura de regadíos y el turismo.

Los ambientalistas alertan de que no hablamos solo de Doñana.

¡No mires arriba, ignora el cambio climático!

El hecho de que en la derecha patria y en distintos movimientos conservadores europeos se estén asentando sensibilidades contrarias a la Agenda 2030, con el Movimiento Campesino-Ciudadano de Países Bajos como ejemplo más reciente, lleva a los ecologistas a advertir de que el colapso de Doñana podría ser el primero de muchos dramas ambientales provocados por malas políticas europeas.

Este tipo de amenazas “se están repitiendo en otros espacios naturales, tanto en el Estado español como en el resto del continente… espacios naturales protegidos que están siendo arrasados, casi siempre con intereses políticos o económicos”, alertan los ecologistas desplazados a Bruselas, que reiteran la inmediata retirada la del Proposición de Ley y la restauración y cumplimiento integral de Plan de la Fresa, el paraguas regulatorio anterior, acordado en 2014, pero que nunca ha llegado a desarrollarse seriamente.

Mientras, la trifulca política sigue retrasando un acuerdo y diálogo político que asegure la preservación del humedal de Doñana, acuciado por la sequía y por el inminente consumo hídrico de una comunidad de más de cien mil veraneantes que se instalarán a su vera este verano, en el entorno de Matalascañas. Moreno Bonilla dijo en un desayuno de El Mundo: “no vamos a consentir de ninguna manera ni una injerencia, ni un insulto más”, sin aclarar a qué se refería. Desde Madrid, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra del ramo, Teresa Ribera respondía que Moreno es “la quintaesencia del cinismo”.

Entre tanto enconamiento político, Doñana continúa en el disparadero, pero no político, sino existencial. El comisario europeo señala que se trata de un  “punto caliente de diversidad”, el humedal más importante de Europa es hogar para miles de aves migratorias. Lo graves que, más allá de debates, Doñana se muere de sed. Sin embargo, la naturaleza no se manifestará en las calles de Sevilla, Madrid o Bruselas. La naturaleza no vota.