¿La "entrañable amistad" entre Corinna y el Rey es una cuestión de cotilleo y prensa rosa o es una cuestión de Estado?.  ¿Aclarar toda la información compete a la Casa del Rey o al Gobierno? Desde que la 'princesa' Corinna irrumpiera con un huracán en la vida de los españoles su figura y su presuntas o auténticas ocupaciones han ocupado todo el espectro mediático y político: de la prensa del corazón seria a la prensa del corazón sensacionalista, de la prensa política seria a la menos seria; del debate en los medios al Parlamento (a través de la preguntas de Izquierda Unida). Y ahora, nada más y nada menos que el jefe del CNI, Félix Sanz Roldán, comparecerá el próximo 19 de marzo ante la comisión de secretos oficiales del Congreso para informar, entre otros asuntos sobre los vínculos de Corinna con los servicios de inteligencia españoles. Un puro disparate.

Ni alta ejecutiva ni súper espía
Tras salir a relucir su nombre en los correos electrónicos de Iñaki Urdagarín y su socio, Diego Torres, Corinna contrató a una empresa de asesores de comunicación y diseño un plan para salir de la 'sombra' por todo lo alto: portada durante dos días en el segundo periódico más leído en España, El Mundo, y especializado en escándalos de todo tipo; portada de la revista del corazón más importante y prestigiosa de todo el planeta, Hola; y una entrevista a una revista seria europea, Paris Match. El denominador común de esas entrevistas es presentar a una mujer inteligente, culta, políglota y ciudadana del mundo. Confirma su "entrañable amistad con el Rey" y dice que ha realizado trabajos "confidenciales" para el Gobierno español gratis total, sin concretar nada sobre esas presuntas actividades. Es una jugada hábil: es su palabra contra los Gobiernos españoles. No hay facturas de esos presuntos trabajos porque lo hizo "gratis", de esta forma cualquier ciudadano de este país -un periodista por ejemplo- puede inventarse que hay hecho trabajos para el Gobierno, no necesita detallar el trabajo porque es confidencial y no tiene por qué acreditarlo con facturas porque lo hizo gratis.

A ningún Gobierno, ni del PP ni del PSOE, ningún presidente del Gobierno ni ningún ministro -por locos que estén- se les ocurre encargar a una "amiga entrañable del Rey" trabajo alguno, ni confidencial ni de andar por casa. Y menos a una mujer desconocida que durante años permaneció oculta a los ojos de los españoles y relacionándose exclusivamente con VIP del mundo empresarial y financiero español e internacional.

Si es una super ejecutiva ¿por qué no está en el consejo de administración de -al menos- alguna de las grandes empresas del mundo? Y que se sepa son los super ejecutivos los que disfrutan de las cacerías no quienes las organizan. Para eso contratan a otros u otras. Y un/una espía jamás sale en la prensa contando que lo es porque sencillamente se quedaría sin trabajo.

¿Sus estudios?
Es curioso, pero en la información que se facilita sobre la princesa alemana no figuran titulaciones universitarias. ¿Es licenciada en económicas, empresariales, derecho? ¿Ha estudiado en alguna prestigiosa escuela de negocios? Sólo sabemos que fue directora general de una prestigiosa armería británica, que se dedica a organizar cacerías de lujo en África y que su trabajo consiste en poner en contacto a unas personas con otras, eso sí todas muy importantes y con mucho dinero. Se me escapa que tipo de formación se necesita para dirigir una armería y organizar cacerías. Pensar que el general Félix Sanz Roldán pudo encargar a Corinna algún trabajo delicado y secreto para este país es, simple y llanamente descabellado. Félix Sanz jamás cometería semejante desatino y ningún ministro de Interior ni ninguna vicepresidenta (María Teresa o Soraya) lo consentirían.

Una cuestión privada
Es Corinna quien ha querido convertir su "entrañable amistad" con el Rey en una cuestión de Estado cuando su presencia aquí se debe única y exclusivamente a su relación personal con Juan Carlos. Y esto en sí mismo es un terremoto mediático porque es la primera vez que sale a luz una amiga entrañable del Rey y que ella da entrevistas. Se ha abierto la vida sobre la vida privada de Juan Carlos.

Y en la carrera por desvelar informaciones se mezclan las medias verdades con las medias mentiras: Corinna pasaba largas temporadas en un inmueble de El Pardo, pero el Rey no ha utilizado ese inmueble en los meses de verano ¿a alguien se le ocurre que el Rey puede pasar el verano en el secarral de El Pardo por muchos árboles que tenga? Hay playas paradisíacas en muchos lugares del mundo.

Tampoco el hijo pequeño de Corinna ha estudiado en España, estudia en un prestigioso internado británico, como corresponde a una madre VIP internacional de altísimo poder adquisitivo.

Una cuestión de Estado
El Rey, como todos sabemos, es el Jefe del Estado y a raíz de las declaraciones de Corinna auto proclamándose súper ejecutiva para asuntos secretos del Estado español se han multiplicado las voces que piden explicaciones públicas. En el Congreso de los Diputados lo ha hecho Izquierda Unida. La cuestión es quien tiene que dar explicaciones, y el tema es mucho más enrevesado de los que parece. Estos son algunos puntos clave a tener en cuenta:

1.- El presupuesto aprobado por las Cortes para la Casa Real, casi 8 millones de euros este año, es administrado por el Rey y el jefe de la Casa Real sin tener que dar cuentas a nadie: ni al Gobierno, ni al Parlamento ni al Tribunal de Cuentas. No es una prerrogativa exclusiva de nuestra monarquía, el resto de monarquías europeas también reciben una asignación anual que administran a su libre albedrío. Por cierto, es indiscutible que la Casa Real Española es la que menos dinero recibe de los Presupuestos estatales de toda Europa. Por tanto, en el supuesto que Corinna hubiera residido en España en un inmueble de lujo o no, con coche oficial o no va a cargo del presupuesto de la Casa Real (no del Gobierno), y la Casa no tiene obligación alguna de informar sobre ello.

2.- El Rey puede invitar a quien quiera durante el tiempo que quiera. Con el presupuesto anual asignado a la Casa, el Rey lo distribuye como considera oportuno y, obviamente, puede invitar a quien quiera sin dar explicaciones. Pero hay además una confusión entre el Patrimonio del Estado y el Patrimonio Nacional. Ambos tienen un denominador común, todos los palacios e inmuebles catalogados como Patrimonio Nacional o del Estado se sostienen con fondos públicos (la partida de los Presupuestos a Patrimonio Nacional), pero los palacios e inmuebles catalogados como Patrimonio Nacional (la Zarzuela o el Pardo por ejemplo) son gestionados (no pagados) por la Casa Real. Los inmuebles que son Patrimonio del estado son gestionados por el Gobierno. Conclusión el Rey puede invitar a quien quiera a un palacio o una casa propiedad de Patrimonio Nacional sin dar explicaciones. Son inmuebles que se destinan a las actividades privadas de la familia real.

3.- Viajes oficiales. Lo mismo acurre con los viajes, los del Rey son viajes del Jefe del Estado y los organiza la Casa Real y los del Presidente del Gobierno o ministros los organiza Moncloa. En los viajes del Rey es Zarzuela quien determina quienes acompañan al monarca. Tanto en los viajes de los reyes como de los Príncipes y también a actos de las Infantas, el Protocolo determina que les acompañe un 'ministro de jornada'. Por tanto en el famoso viaje del Rey a Arabia Saudí en el que iba Corina fue un viaje de la Casa Real en el que también iban dos ministros (Moratinos y Montilla) porque así lo determinaba el protocolo y dado que se iba a vender el AVE. El séquito del Rey en ese viaje lo decide el Rey.

5.- Según consagra la Constitución, el Rey no puede ser imputado de delito alguno ni juzgado por ello.

El papel del Gobierno
España tuvo que hacer una Democracia a toda prisa y atendiendo muchos frentes. A raíz de las últimas polémicas que han sacudido a la Monarquía española se ha constatado que las Leyes que regulan el funcionamiento de la monarquía no son lo concretas que debieran. Como se puede ver en la Web de la Casa Real, su funcionamiento se rige  por un decreto del 6 de mayo de 1988, y se aclara que es un texto refundido después de haber sido modificado por Reales decretos en los años 1990, en 2001, en 2006 y en 2010.

En conclusión y en lenguaje llano: el rey reina pero no gobierna y el rey no es responsable de los actos de efectos públicos hacia la ciudadanía. Esto segundo se entiende con un ejemplo: el Rey tiene que sancionar (firmar) las leyes que aprueba el Parlamento y el Gobierno pero él no es responsable de los efectos públicos de esas Leyes. El Rey firma la Ley del Divorcio pero no es responsable de ella. Por eso el rey es ininputable, por eso no se le puede acusar de cometer delitos y no se le puede juzgar.

Todos los actos del rey, como Jefe del Estado, están refrendados por el Gobierno. Obviamente el Gobierno no refrenda, ni tiene por qué, nada que ataña a la vida privada del monarca de la que no tiene que estar informado porque sencillamente es eso, vida privada. En definitiva, el Rey con su presupuesto puede hacer lo que considere conveniente, con los inmuebles que gestiona la Casa del Rey lo mismo y puede llevar a quien considere oportuno como asesor o asesora en sus viajes oficiales. Y además no tiene por qué informar de ello, ni siquiera al Gobierno. De hecho todos los Presidentes del Gobierno que ha habido en España, desde Felipe hasta Rajoy se han encontrado en ocasiones con que el Rey no está en Zarzuela y la única respuesta que reciben es que "esta fuera de España", sin que sepan dónde está exactamente. El cuerpo de seguridad de la Casa Real solo informa a la Casa real.

Otra cuestión es fijar la frontera entre vida pública y privada, la imagen que debe dar el Jefe del Estado y las responsabilidades que tenga que asumir aunque no sean judiciales