magen publicada en el semanario alemán ‘Bild’, en la que aparece Corinna tras el Rey a su llegada en viaje oficial a Stuttgart Imagen publicada en el semanario alemán ‘Bild’, en la que aparece Corinna tras el Rey a su llegada en viaje oficial a Stuttgart

 

 


La relación del Rey de España con la Corinna zu Sayn-Wittgenstein, princesa alemana, es de "entrañable amistad", según puede leerse en el diario El Mundo. Quien lo dice es la misma Corinna, entrevistada por Ana Romero, periodista del rotativo que dirige Pedro J. Ramírez. El vocablo "entrañable" es sinónimo de "íntimo"o "muy afectuoso", según el Diccionario de la Lengua Española.

Una especulación, pues, prácticamente confirmada. El año 2004 -conforme puntualiza la propia Corinna- se conocieron ambos y, desde entonces, puede decirse, sin faltar a la verdad, que son amantes. Ésta sería una cuestión estrictamente personal que concierne a la privacidad del monarca y a la de Corinna.

Las aventuras eróticas de Juan Carlos I vienen de muy lejos y no deberían escandalizar a nadie. La Monarquía británica, y otras, desde siempre -incluidos por lo que hace España Alfonso XIII, don Juan de Borbón y antes muchos reyes y reinas más- no se entenderían sin los relatos amorosos de la familia real.

No es sólo una afición monárquica. Kennedy y Clinton, sin ir más lejos, fueron presidentes de la república de EEUU y son sabidas sus, digamos, correrías. Y en Francia lo mismo, recientemente con Sarkozy y ahora con Hollande. Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra.

Pero Corinna, que estuvo con el Rey en la cacería de elefantes de Botsuana en abril de 2012, no es únicamente la amante actual del Rey. Es una mujer emprendedora, que maneja con eficacia sus negocios y que mantiene relaciones con gente influyente en el ámbito de los poderosos. Sostiene que ella nada tiene que ver con el caso Nóos y que se limitó a buscarle un "trabajo digno" al yerno del Rey.

En fin, toda una historia de amor y de intereses, entre un Rey y una princesa emancipada. Con Urgandarin por medio aprovechándose de ser el marido de la Infanta Cristina y, por ende, el yerno del Rey, que está en la actualidad bajo una cierta sospecha, como publica una encuesta ad hoc que apunta a la Casa Real. Y, mientras, se le aconseja por doquier a Juan Carlos I que abdique y que la corona pase a su hijo, Felipe de Borbón.

Por mucho que le hayan vapuleado desde el PSOE al líder del PSC, Pere Navarro, dijo algo sensato que se palpa en la opinión pública. Ceda el trono al Prícipe heredero. Y cuanto antes, mejor, Su Majestad. Si no, será tal vez tarde. Lo venimos difundiendo desde hace mucho en ELPLURAL y no nos equivocamos.