Las dos últimas víctimas de la crisis migratoria en Ceuta fueron enterradas este domingo bajo tierra en el cementerio musulmán de la ciudad, ante la única presencia de los enterradores, dos trabajadores de la funeraria, dos imanes y un militar que pasaba por allí. Lejos de sus familias y amigos, sus restos descansarán en una tumba sin nombre.

En el antiguo cementerio musulmán, un fotógrafo local captó la preparación de los cadáveres con los ojos llenos de lágrimas, según narra hoy el diario El País. Uno de los dos imanes presentes recitó el Corán, con voz quebrada y el empleado de la funeraria Dris Ahmed, también muy afectado, afirmó que "es una pena lo que está pasando. No han tenido a nadie que los vele”.

Posiblemente, menor de edad

Uno de los cuerpos es el de un joven -el forense ha dicho que puede ser menor de edad- que fue encontrado flotando en la playa del Tarajalel jueves. No se sabe más de él, ya que nadie, hasta el momento, ha reclamado su cadáver.

La otra víctima es un hombre que se precipitó el sábado desde un muro de diez metros del puerto de la ciudad. Llegó a ser trasladado al hospital, pero no sobrevivió al golpe. Un primo ha enviado desde Marruecos una copia de su documento de identidad, con la que tal vez se le pueda identificar.

Sabir, el primer muerto enterrado sin su familia

El primer muerto fue un joven de 19 años llamado Sabir, enterrado el viernes pasado, tras morir ahogado el pasado lunes cuando intentaba alcanzar la playa del Tarajal, después de salir de Castillejos junto a unos amigos, según relató El Faro de Ceuta, que entrevistó a su padre, destrozado, que no pudo darle sepultura.

"Los muertos se cuentan entre los migrantes, no entre nosotros"

El arzobispo emérito de Tánger, Santiago Agrelo, ha hablado en El Objetivo de estos jóvenes que anhelan llegar a España en busca de una vida mejor y ha pedido no criminalizarles por "buscar una oportunidad junto a una valla".

El arzobispo pidió reflexionar a los que hablan de "invasión" y les atribuyen "comportamientos violentos", cuando "los muertos se cuentan entre los migrantes, no entre la sociedad civil ni las fuerzas del orden. Los mutilados se encuentran entre los migrantes, no entre nosotros".

Cariño y acogida, más que pan

Agrelo recordó que "los valores de cristiandad son valores de acogida y de abrazar a quien está necesitado" y advirtió que "el lenguaje es un arma peligrosísima. Asociar la palabra migrante a mafia hace suponer que donde va un migrante va la mafia y todo eso hace muchísimo daño".

"Esos niños lo necesitan todo, empezando por el cariño y la acogida, mucho más que el pan", ha subrayado el arzobispo.

Desde que se inició la crisis migratoria en Ceuta, el pasado lunes, con la entrada de unas 9.000 personas, tres personas han muerto y una intentó  ahorcarse. La intervención de agentes de la Policía Nacional lo evitó. La foto que acompaña esta noticia captó ese momento.

Intervención del arzobispo en El objetivo, de La Sexta.