El Museo Reina Sofía ha recuperado la figura de Eusebio Sempere (Onil, 1923-Alicante, 1985), una de las más significativas del arte español del siglo XX y que dotó de movimiento y luz a la geometría, con una exposición retrospectiva que destaca su trabajo solitario y minucioso.

Así lo ha destacado este martes el director del centro de arte, Manuel Borja-Villel, y las comisarias Carmen Fernández y Belén Díaz en la presentación de esta muestra que reúne e 170 obras que recorren tres décadas del trabajo de Sempere, pintor, escultor y artista plástico. Obras realizadas de 1949 a 1981, entre las que se encuentran acuarelas, gouaches, relieves luminosos, collages, pinturas, móviles, esculturas y proyectos interdisciplinares, además de un apartado documental.

Sempere, según ha recordado Borja-Villel, es una figura solitaria que hay que reivindicar "en un país donde se recrea la historia por tópicos o lugares comunes".

La exposición, abierta al público en el Reina Sofía desde mañana hasta el próximo 17 de septiembre, muestra precisamente la "visión solitaria" del arte de Sempere, que siempre acababa remitiendo a elementos de tradición clásica, una obra personal en tiempos del surgimiento del arte cinético, en el que las obras tienen movimiento o parecen tenerlo.

Carmen Fernández ha recordado cómo la estancia de Sempere en París durante los años 50 marcó un punto de inflexión en su obra. Allí expuso sus relieves luminosos móviles y un manifiesto en el que se refiere a la luz como el elemento con el que construir un diálogo poético a través del tiempo.

La exposición comienza con un conjunto de acuarelas abstractas relacionadas con la obra de Vassili Kandinsky y Paul Klee, que dan paso a los trabajos que realizó al investigar el movimiento y la luz como material artístico, un amplio conjunto de dibujos a gouach, entre los que hay composiciones de círculos, cuadrados y otras formas geométricas.

A su vuelta a España en 1960, Sempere trabajó en la pintura también al gouach en soportes de mayor tamaño: de esta época puede verse en la muestra su técnica a base de finas líneas de color nunca homogéneas. Se trata de una selección de pinturas al gouache sobre tabla y papel, collages realizados con cartulinas y escultura en metal.