Marco Antonio Tejero, contable del Instituto Nóos y cuñado de Diego Torres, socio de Iñaki Urdangarín, ha confesado por escrito que dicha institución nunca tuvo fines benéficos, sino que funcionaba como una empresa mercantil que captaba fondos públicos de los gobiernos del PP en Baleares y la Comunidad Valenciana por trabajos ficticios y que el dinero se desviaba a través de facturas falsas opacas al fisco a empresas pantalla, como la sociedad Aizoon participada al 50% por la Infanta Cristina y su marido Iñaki Urdangarín, así como a otra empresa propiedad de Diego Torres y su mujer (hermana del contable).

Urdangarín y Torres decidían todo
En la declaración escrita y firmada que ha entregado a la Fiscalía anticorrupción, Tejero afirma que el duque de Palma y Diego Torres tomaban todas las decisiones con pleno conocimiento de lo que hacían, de esta forma asegura que ambos en su "condición de jefes tenían un absoluto control y poder de decisión" y que además ambos sabían que dicho instituto tenía "empleados fantasma". Ellos negociaban y firmaban los contratos con las administraciones públicas de Baleares y Valencia controladas por el PP, reconoce que se hacían facturas falsas, que se ocultaban ingresos a Hacienda para no pagar impuestos y que el dinero se desviaba a otras empresas fantasma. Tejero sostiene que el Duque de Palma y Diego Torres obtuvieron 5,9 millones de euros procedentes de instituciones públicas.

Aizoon y la Infanta
Con su declaración ante la Fiscalía, Tejero deja a los pies de los caballos a Urdangarín y a  Diego Torres, pero no está claro si perjudica o beneficia a la Infanta Cristina. La Infanta fue imputada por el Juez Castro, instructor de la causa, porque es copropietaria junto a su marido de la sociedad familiar Aizoon que, según ha declarado el ex contable, era una sociedad pantalla que no tenía actividad y que se constituyó para desviar el dinero que llegaba de Baleares y Valencia al Instituto Nóos, es decir para que Urdangarín se quedará con el dinero procedente de los fondos públicos. El ex contable señala directamente a Urdangarín y Torres como responsables de todas las decisiones que se tomaban, pero no a la infanta que además fue exculpada por su marido de la gestión en Aizoon. Pese a ello el Juez Castro ha mantenido la imputación de la Infanta, aunque la Audiencia de Palma tiene que decidir sobre el recurso presentado por su defensa.

Los gobiernos de Baleares y Valencia con problemas
La confesión del contable 'arrepentido' pone en aprietos a dos ex presidentes del PP, el de Baleares, Jaume Matas -ya con varias condenas encima por otros casos de corrupción- y al ex presidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps, sobre el que planea la trama Gürtel y que tuvo que dimitir por el famoso caso de los trajes a medida que no pagaba. También puede traer nuevos problemas a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá (PP). Tejeiro asegura que Urdangarín y Diego Torres empezaban a trabajar en los proyectos mucho antes de que los adjudicaran porque disponían de información privilegiada, es decir que ya sabían que les iban a dar la organización de eventos o conferencias que se pagaban con dinero público.

Facturas falsas y desvío de fondos al extranjero
El relato de delitos es constante. Por ejemplo confiesa a la Fiscalía que el dinero que llegaba al Instituto Nóos acababa en las cuentas particulares de los matrimonios Urdangarín y Torres a través del pago de facturas falsas que pasaba Aizóon -la empresa de Urdagarín y Cristina de Borbón- y la empresa familiar de Torres y su mujer a dicho instituto. Eran facturas falsas porque nos e correspondían con trabajos realizados o servicios prestados. También se refiere a la estructura que diseñaron para sacar el dinero al extranjero, ocultar a los verdaderos beneficiarios de las empresas y pagar menos impuestos en España.

Pacto con la fiscalía
Marco Antonio Tejero  es hermano de la mujer de Diego Torres, Ana María Tejero, también imputada en la causa. El ex contable del Instituto Nóos pactó con la Fiscalía Anticorrupción relatar el funcionamiento de dicho Instituto y reconocerse culpable de los delitos que se le imputaban a cambio de una reducción en la condena, que previsiblemente pasará a ser de dos años de cárcel con lo que al carecer de antecedentes penales no ingresará en prisión.

El primer arrepentido de este caso relata en su confesión el entramado de empresas que manejaban Urdangarín y Torres: Instituto Nóos, Nóos Consultoría Estratégica, Intuit, Shiriaimasu y Aizoon. Señala además que eran entidades relacionadas o vinculadas entre ellas y que operaban como si fuera una sola empresa bajo el control absoluto de su cuñado Diego Torres y del marido de la infanta Cristina.

El fiscal Horrach entregó personalmente la confesión al Juez Castro en el primer encuentro que se produce entre los ex amigos, conocidos en su día por formar un tándem implacable contra la corrupción y duramente enfrentados ahora por la imputación de la Infanta Cristina que el fiscal rechaza.