Tras varias fechas con el caso guardado bajo llave, en este jueves se han sucedido dos nuevas informaciones que estrechan vuelven a situar el foco en el FC Barcelona y su relación con un José María Enríquez Negreira que, según publica El Mundo, llegó a retirar de sus cuentas 20.000 euros mensuales en efectivo mientras colaboraba con los azulgrana. Operaciones que según los investigadores resultaban “escandalosas”, hasta que concluyó la “relación mercantil” entre ambas partes, momento en el que el ex número dos del Comité Técnico de Árbitros (CTA) elevó la presión hacia el club, burofaxes aparte, con al menos seis facturas más. La entidad catalana, presidida en aquel momento por Josep María Bartomeu, se negó a pagar pese a las amenazas del excolegiado.

El globo de Enríquez Negreira se hace más grande tras unos días de relativo sosiego mediático. Según ha publicado El Mundo, fuentes de la investigación detallaron que el exárbitro retiró ingentes cantidades de dinero en metálico de sus cuentas, que oscilaban entre 10.000 y 20.000 euros, cada mes. Los responsables del caso catalogan como “escandalosas” estas retiradas en su conjunto. De hecho, estas suponen uno de los elementos cruciales que facilitó al Ministerio de Hacienda la prórroga del caso, el cual se encuentra a la espera de judicializarse.

El que fuera vicepresidente del CTA y mano derecha de Victoriano Sánchez Arminio percibió, entre los años 2001 y 2018, una cifra próxima a los siete millones de euros -impuestos aparte- vía asesorías arbitrales al FC Barcelona. Cifra que vehiculizaba a través de dos sociedades instrumentales (Dasnil 95 y Nilsad) controladas por él mismo. Sendas empresas fabricaron facturas ficticias al club por servicios de presunto “asesoramiento técnico de vídeos”.

Las dos sociedades contaban con el FC Barcelona como único cliente y ninguna de ellas, según las pesquisas de la Agencia Tributaria, disponen de ninguna propiedad a su nombre en los registros, así como inmuebles. Tampoco la empresa Tresep 2014, que controlaba el ex alto cargo del Barcelona Josep Contreras, y mediante la cual facturó el hijo de Enríquez Negreira, Javier, a la entidad catalana por estos presuntos servicios de asesoría. En resumen, hasta la fecha se desconoce el destino del montante otorgado por el Barça, imposibilitando la apertura del abanico de delitos y una implicación a mayor escala del propio club en caso de demostrarse que los pagos se destinaban a la obtención de “favores arbitrales”, mencionados por el ex número dos del estamento arbitral en uno de sus burofaxes.

Más presión al Barça

El avance de la investigación arroja que la relación entre Enríquez Negreira y el Barça se inició durante la etapa de José Luis Núñez como presidente del club, aunque hasta la fecha no se ha conocido documentación de esos años. Lo que sí se sabe es que se prolongó hasta la era Bartomeu, que fue el que dio órdenes de finiquitar el vínculo con el número dos del estamento arbitral en 2018, cuando la RFEF le cesó de su cargo con motivo de la victoria electoral de Luis Rubiales y la salida de los rescoldos que quedaban de la era Villar en Las Rozas.

Desde que se pusiera fin a la relación de manera unilateral, Enríquez Negreira adoptó la amenaza como estrategia de presión contra el club. Remitió dos burofaxes al Camp Nou y, posteriormente, elevó el empuje con al menos seis facturas más. El excolegiado advirtió por escrito a Bartomeu de que airearía las “irregularidades” de las que había sido testigo y le recordó que estuvo años cobrando por “favores y confidencias”.

El 30 de diciembre, el FC Barcelona articuló una respuesta formal al ex número dos del estamento arbitral, recordándole que en julio de ese mismo año se dirigieron a su secretaria para trasladarle que en la próxima temporada (la 18/19) no necesitarían más sus servicios y, por tanto, “no deberíamos recibir ninguna factura”. Por ende, exigían que desistiera. “No podemos más que reiterar que se ja dejado sin efecto la relación comercial que le vinculaba con el FC Barcelona”, rezaba la notificación remitida por la entidad al abogado del exárbitro.

A pesar de esta comunicación, Negreira insistió en que la existencia de una factura correspondiente al mes de julio por un importe de 45.496 euros, amén de otra del mes de agosto de 39.204 euros. Asimismo, informaba de una nueva vinculada al mes de septiembre que ascendía a 46.585 euros. Estos recibos, que siempre se justificaban en base al concepto de “asesoramiento vídeos técnicos”, se prolongaron hasta el mes de diciembre de 2018, con importes de 44.165 euros, 48.037 euros y la última de 43.560 euros.

El Barcelona declinó el abono de estas cantidades a pesar de las amenazas de la mano derecha de Victoriano Sánchez Arminio, quien subrayaría, a la postre, que había recibido “indicaciones” de todos los presidentes, incluyendo al “Sr. Laporta”, que fue el encargado de multiplicar la facturación de su sociedad hasta superar la franja del millón de euros anuales.