La polémica en torno al que fuera vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negreira, y el F.C. Barcelona sigue en pleno auge. En las últimas horas el diario El Mundo ha desvelado que en 2021 la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) se dirigió al club azulgrana para reclamarle las facturas de los pagos al colegiado, unos documentos que el equipo buscó mientras se decidía sobre la información que se facilitaría a Hacienda. El mismo medio asume que nunca existió un “contrato escrito”, una cuestión a partir de la cual la cúpula del Barcelona se debatió entre “decirlo” o hacerse “los locos”.

El hecho no deja de ser una más de las situaciones que han salido desde que estallara el caso y en el que también cobran protagonismo las “amenazas” sobre el Barça si éste no le abonaba 267.000 euros, los pagos a Dasnil 95, S.L y un largo etcétera de situaciones que, casualidad o no, coinciden con años de gloria del equipo en los que, sin desmerecer los jugadores y la calidad de la plantilla de entonces, muchos ven trato de favor en algunas decisiones arbitrales que podrían haber resultado decisivas para el devenir de la competición.

Polémica con Jesús Gil, entre otros

José María Enríquez Negreira fue designado en 1994 como vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, pero previamente había ejercido como colegiado, sin provocar mucho ruido en cuanto a polémica se refiere, aunque sí mantuvo algún que otro cuerpo a cuerpo con otra de las personas más controvertidas de la época, el expresidente del Atlético de Madrid y conocidamente corrupto, Jesús Gil y Gil.

“Es el hombre que la hace ganar las ligas al Barça”, asumía el responsable primero de los colchoneros en 1993; ante lo que Negreira se defendía sosteniendo que el equipo llevaba siendo campeón “cuatro años” y él solo llevaba uno en el comité: “El año pasado fue campeón por un error de un jugador del Coruña, y este año van cuartos (…) debo ser la hostia”, ironizaba.

No fue el único encontronazo que ambas partes protagonizaron. Así las cosas, la cara más visible por aquel entonces del club atlético mostró su preferencia en tono irónico por el colegiado -1990- a la hora de jugar un derbi de la capital. “Suele ser un habitual espectador de los partidos del Barcelona desde las últimas butacas del palco presidencial del Camp Nou”, apuntaba.

Al enfado de Gil -con todo lo polémico y provocador que resultó siempre- se le sumó el de otros presidentes de aquellos años como Ramón Mendoza (Real Madrid) o Francisco Perelló (RCD Espanyol), quien hablaba de una “mano negra” en lo que a designación de árbitros se refiere.

Por el momento, y a medida que van saliendo informaciones, el Barcelona sigue líder de la actual liga, intentando alejarse de la controversia, mientras que este lunes se ha pronunciado por primera vez un equipo del torneo, en este caso el Sevilla, quien ha emplazado a “llegar hasta el fondo del asunto”.