Lo hemos visto en películas y hasta en la Biblia. Incluso en la realidad. Ante la posibilidad de un cataclismo global que acaba con parte de la raza humana sobre la Tierra y con los animales, es necesario salvaguardar su legado. Su ADN. Y así, Noé construyó un arca y los humanos actuales búnkeres. Incluso hay espacio para guardar semillas en el caso de que algún día sean necesarias.

Cultura para repoblar mentes

¿Pero qué sucede con los libros? ¿Qué pasa con eso que realmente nos diferencia y nos hace humanos? ¿Qué pasa con los libros? ¿De qué servirá sobrevivir a una catástrofe global si cuando emerjamos de las ruinas se ha perdido todo el conocimiento humano?Eso es lo que piensan en Noruega. En el país escandinavo ya crearon en 2008 lo que denominaron la bóveda del fin del mundo. Un reservorio de semillas con las que repoblar la tierra en caso de que suceda algo que la arrase. Y ahora se han propuesto hacer lo mismo con la cultura. Crear un búnker en el que acumular libros con los que repoblar las mentes en el caso de que algo realmente grave pasase.

Archivo Mundial Ártico

Se trata del Archivo Mundial Ártico. En este lugar se plantea alojar los libros más importantes del mundo. Obras literarias de todos los estilos y monografías científicas. El lugar elegido no ha sido al azar. Se ha buscado un enclave lejos de la civilización. En concreto en el archipiélago escandinavo de Svalbard.Se trata de una zona que, en principio cuanta con una mejora sustentación geológica. Esto hace que sea más resistente a terremotos, grandes detonaciones y diferentes cataclismos naturales.Pero quizá lo más curioso de todo el proyecto sea su parte tecnológica. Las autoridades encargadas del proyecto están trabajando con la empresa Piql. Se trata de una compañía especializada en convertir datos digitales en analógicos. Es decir, después de treinta años de desarrollo digital al final, resulta que es más eficaz guardar la cultura en un formato analógico. Vamos, en volúmenes de hojas de papel encuadernadas. Lo que comúnmente llamamos libros.