El director de cine francés Laurent Cantet ha fallecido este jueves a los 63 años de edad. Ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes con La clase, lo que le catapultó a la fama mundial y a ser considerado uno de los directores franceses punteros. El medio francés Libération ha sido el primero en anunciar su fallecimiento. El cáncer con el que batallaba desde hace años ha sido la causa de su muerte.
El cine de Cantet estuvo fuertemente marcado por la conciencia social y por la crítica a la sociedad contemporánea. Deja un comprometido legado filmográfico con obras como Recursos humanos (1999), una de sus primeras y más relevantes películas, donde se trataban desde una óptica muy cercana los problemas del trabajo. Misma línea que en El empleo del tiempo (2001), y en Hacia el sur (2005), hizo una fuerte crítica al modelo de turismo compulsivo que se ha convertido en signo común de nuestro tiempo.
En 2012, Cantet dejó Foxfire: Confesiones de una banda de chicas', probablemente su película menos aclamada en lo que fue un intento de innovación y desafío al alejarse de la fórmula a la que estaba acostumbrado. Sus trabajos siguientes le devolvieron a su senda habitual: En El taller de escritura (2017), el cineasta nos introducía en el establecimiento que da título a la película, narrando y detallando la cotidianidad de sus personajes y reflejando, una vez más, una sociedad rota y desamparada a través de unos niños que estaban escribiendo un thriller.
El cine de Cantet era social, crudo, retrataba el espíritu de nuestro tiempo de la manera más realista posible. "En Francia empezaron todas las revoluciones del mundo y en Cuba acabaron", llegaba a pronunciar durante la presentación de otras películas. Un director tan comprometido como prolífico, con una mirada crítica y auténtica ante las injusticias sobre las que se ha cimentado la sociedad contemporánea.
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