‘La habitación roja’ o ‘La raya verde’ quizás sean los cuadros más distintivos de Henri Matisse, pero el pintor francés fue conocido por su versatilidad artística más allá de su obra pictórica. El que es considerado como padre del fauvismo también tuvo una faceta escultórica que, pese a su reconocimiento mundial, pasó desapercibida. De la mano de Fundación Canal en Madrid, esta ‘cara B’ de Matisse está más que nunca al alcance de la mano del público.

Recorriendo las distintas salas en las que se extiende la exposición temporal ‘Matisse Metamorfosis. Esculturas y dibujos’ -abierta al público desde este 23 de octubre hasta el 12 de enero de 2025- se atiende cronológicamente a la obra escultórica del artista francés, que tiene como hilo conductor su influencia y reinterpretación propia de la feminidad.

De las 84 esculturas que realizó, 33 se exponen ahora en Madrid gracias a la colaboración con el Museo Matisse de Niza, el Museo Kunsthaus Zürich y el apoyo de Manifiesto Expo, acompañadas de dibujos y litografías del autor. Todas ellas distribuidas hasta en cinco secciones que componen el trazo de la exposición en su conjunto, diferenciándose por las distintas etapas e influencias en las que se centró el artista.

La desnudez, el movimiento corporal, la feminidad y la captación de la esencia del cuerpo humano son los ingredientes que componen la obra escultórica de Matisse, quien se deja seducir por todos los aspectos que conjugan el cuerpo humano en su esplendor natural. Motivo por el que, en su realización, se deja entrever los trabajos manuales sobre los que, a simple vista, se aprecia con facilidad incluso las huellas de sus manos al trazar las figuras.

Matisse fue uno de los artistas más célebres del siglo XX, coincidiendo en auge de época con otros grandes de la pintura como lo fue Pablo Picasso, pero lo cierto es que sus influencias, al menos en lo que concierne al arte de la escultura, pasan por el Renacimiento –prueba de ello, una versión en miniatura de la Victoria de Samotracia- o alusiones mitológicas como a Andrómeda, hasta el retrato de la mujer a partir del cuerpo femenino, tomando como referencias revistas de moda de la época e incluso algunas connotaciones de corte erótico.

Escultura de Henri Matisse en la exposición 'Matisse Metamorfosis'. Fundación Canal.

Exposición 'Matisse Metamorfosis'. Fundación Canal.

Viaje por los conceptos escultóricos de Matisse

Basta con hacer una vista panorámica de su obra completa, tanto en pintura, dibujo o grabado como en escultura, para comprobar que una no se entiende sin la otra. La repetición y las variaciones seriadas marcan el paso en su repertorio escultórico, pero cabe no entrar en la confusión en este punto: las series de un mismo concepto no las realizaba en aras de mejorar ciertos aspectos, sino en mostrar diferentes versiones de un mismo punto de partida, aportando, a cada avance, características más impersonales.

Siguiendo el recorrido marcado por la exposición, las figuras agachadas, que pueden evocar a otros artistas como Auguste Rodin, enmarcan la primera fase de su obra escultórica con obras como ‘Venus agachada’ (1918). Le siguen las figuras tumbadas que recuerdan, al menos el ‘Desnudo recostado con camisa’ (1906), a ‘La maja vestida’ de Goya.

Pasando a las figuras de brazos levantados, que se diferencian de las anteriores al acentuar la sensación de energía y descarga de tensiones, Matisse estudió en esta etapa las formas más dinámicas y vivas dentro de esta especialidad artística.

En la última fase, la referente a los retratos, se cierne sobre la parte más personal del autor, la más afectiva en cuanto a que toma como modelos a su mujer, su hija y otras figuras femeninas de su entorno.

En ‘Matisse Metamorfosis’, en su recta final, el espectador también tendrá la ocasión de apreciar el óleo ‘Rama de hiedra’ (1916), un préstamo pictórico que da cuenta del impulso del estilo fauvista del pintor, y que con el que transiciona a unas características más introspectivas.

boton whatsapp 600