Las banderas arcoíris y feministas pueden parecer hoy comunes en las casetas de la Feria del Libro madrileña, pero hace 25 años eran un gesto revolucionario. Cinco años después de su apertura en el céntrico barrio de Chueca, Berkana, la primera librería LGTBIQ+ española, decidió dar un paso adelante asistiendo a la feria de 1998.

“El primer año nos tocó al lado de la churrería, y este año también”, cuenta Mili Hernández, propietaria de la librería. “Muchos clientes se sorprendían de vernos allí, pero se alegraban de ver títulos que no encontraban en otras casetas. Otros se quedaban mirando desde lejos y, al darse cuenta de la temática, huían despavoridos”.

Son muchas las anécdotas que han acompañado desde entonces la presencia de la icónica librería en la feria celebrada anualmente en el parque del Retiro de Madrid. Una de ellas es la que protagonizó Hernández con el rey Juan Carlos I hace unos años cuando, durante la inauguración de la feria, se paró frente a la librería y estuvo ojeando varios libros ante las cámaras de televisión.

La propietaria reconoce que, si la librería lleva 30 años abierta, es gracias a la clientela, a la que describe como fiel y casi de la familia. “A muchos clientes los conocemos desde hace más de veinte años, pero últimamente hemos notado que ha llegado una clientela nueva y muy joven con ganas de leer textos en los que pueda verse reflejada”, indica.

Este año de doble celebración, Berkana compartirá caseta con la editorial Dos Bigotes, en el que promete ser el epicentro de la literatura LGTBIQ+ de la Feria del Libro de Madrid 2023 con más de 70 firmas de autoras y autores -entre los que se encuentran Jorge Javier Vázquez, Sandra Barneda, Pink Chadora, Ramón Martínez, Boris Izaguirre, Mila Martínez o Valeria Vegas, entre otras.

“Esperamos estar presentes otros 25 años más, hasta que haga falta, porque estos libros aún salvan muchas vidas. Tenemos más fuerzas que nunca”, expresan en la librería.

La ciencia y las letras, ejes vertebradores de la Feria del Libro de Madrid

Escritores, editoriales y lectores esperan con aires insaciables que llegue el 26 de mayo para poder volver al Parque del Retiro, escenario que, durante tres semanas -hasta el 11 de junio-, se convierte en la cita más literaria más importante del año: la Feria del Libro de Madrid 2023.

Este año, en su 82º edición, la directora Eva Orúe, desde la presentación que ha tenido lugar este jueves en la Biblioteca Eugenio Trías ubicada en el emblemático parque, ha adelantado numerosos detalles con los que se ha materializado un cierto giro a la organización y a cómo los visitantes podrán visitar el entorno.

En este sentido, la temática principal del evento se centrará en la ciencia, de ahí el lema escogido, ‘Somos de ciencias y de letras’, en consonancia así con los tiempos que corren, la época de las pantallas y la tecnología, elementos que no son ajenos a los hábitos lectores. “La ciencia ilumina la feria. Estamos en el Paisaje de la Luz, Patrimonio Mundial de la UNESCO. Iluminar es ilustrar el conocimiento y el entendimiento”, ha reivindicado la directora.

Entre las innovaciones que se pondrán en marcha en la celebración de este año, destaca que, en total, serán 385 casetas las que condecorarán el paseo por el que habitualmente en las fechas señaladas rebosa de libros, participando en ella hasta 424 expositores. De manera desgranada, serán 52 las librerías generales que tendrán cabida con casetas individuales, así como 61 especializadas. En cuanto a las editoriales, habrá 161 de Madrid y otras 116 de provincias.

En menor medida, cabe remarcar que entre los participantes también figuran hasta seis gremios y asociaciones de editores, siete editoriales de facsímil, ocho universitarias, trece organismos oficiales y otras trece distribuidoras. Es así como la oferta editorial quedaría en 1.000 sellos.

Una de las distinciones que también cabe poner de relieve en la feria de este 2023 es que no se contará con un país invitado central, sino que habrá representación tanto de la Comisión Europea como de varios países con casetas principales: Portugal, Andorra, Rumanía y países nórdicos tales como Noruega o Suecia.

Otra de las principales novedades se concentrará en el corazón de la Feria, aunque Orúe ha preferido llamarlo el “cerebro”, acorde al nombre que ha bautizado el CSIC: “Ramón y Cajal estaría contento”. De esta manera, se reorganizarán 24 casetas a modo de “plaza internacional” en mitad del paseo, aunque no es sinónimo de una “mudanza de casetas” y en la que se verán representadas las instituciones universitarias, gremios y la Comisión Europea.