Para comprender la magnitud e importancia del arte que comenzaba en los sesenta y setenta al calor de los movimientos por los derechos de las mujeres, se publica la novela gráfica “Feminist Art: Mujeres que revolucionaron el arte”, de Valeria Grande y Eva Rossetti, que recoge la historia de cuatro de sus protagonistas: Judy Chicago, Faith Ringgold, Ana Mendieta y Guerrilla Girls.

En sus páginas pasamos por un recorrido biográfico que nos permite no sólo conocer su acercamiento a la plástica sino su toma de conciencia feminista, y cómo ambas cosas se reflejaron en sus obras. Además, estas biografías gráficas nos acercan a cada una de estas figuras desde esos monólogos interiores que debieron sentir, convirtiéndonos en testigos de privilegio de toda su obra.

Si bien el libro arrancada en 1968 con pioneras como Judy Chicago (y su experiencia en la Womanhouse o su icónica obra “Dinner party”), Faith Ringgold (que además utilizó su arte en favor de los derechos civiles y para denunciar el racismo), o Ana Mendieta (y su sincretismo con tradiciones culturales de su Cuba natal con el cuestionamiento de los roles asignados a las mujeres) el libro llega hasta los ochenta de la mano del colectivo Guerrilla Girls, aún en activo.

“Feminist art” se sitúa geográficamente en Estados Unidos y cada una de estas figuras representa un acercamiento al arte feminista desde distintos puntos de vista: desde el primer curso de arte feminista en CalArts, California State College, en 1970 de Judy Chicago, a la interseccionalidad que entrecruza género y raza que visibilizó Faith Ringgold, la importancia de las mujeres latinas en el desarrollo del feminismo en Estados Unidos (especialmente en el arte) con Ana Mendieta, hasta un colectivo (donde se pone en valor la pérdida de autoría) formado por comisarias, artistas y activistas para denunciar la desigualdad en el sistema del arte. Además de las cuatro protagonistas, se cuelan otras artistas en el relato como Marina Abramovic, Carolee Schneemann o Adrian Piper, entre otras. Las problemáticas que el relato aborda son, sin embargo, universales: raza, clase, desigualdad, sexualidad…

Valentina Grande, la autora de “Feminist Art”, dice en su prólogo que “el arte feminista es un movimiento artístico y político en el que las artistas son activistas que reivindican los derechos de las mujeres y que usan el arte como una herramienta de lucha”. Este libro es un instrumentos más en este confrontar el olvido patriarcal. Un reconocimiento a la genealogía de artistas que iniciaron un camino que hoy recorremos otras. Una novela gráfica para conocer sus historias para que nos inspiren en el presente.